La gente de Botnik Studio cuenta con un algoritmo, diseñado conjuntamente por programadores y creadores, que ha sido capaz de escribir un capítulo fanfiction de Harry Potter. Es solo el principio de lo que puede hacer esta inteligencia artificial.
“Los cimientos del castillo gruñían con una ola de vientos potenciados mágicamente”. Con esta frase comienza ‘Harry Potter y el retrato de lo que parecía un gran montón de ceniza’, el último capítulo escrito sobre el universo creado por J.K. Rowling. Es fanfiction, esas historias que escriben los fans de un libro o una saga por puro divertimiento. Se deleitan utilizando los personajes creados por el autor para crear sus propias aventuras.
Pero en este caso el capítulo no lo ha escrito ningún enamorado del universo de Harry Potter. Ha sido un algoritmo el creador de este texto, de solo tres páginas. La historia cuenta una aventura sencilla del niño mago y consigue meter al lector en el mundo creado por Rowling.
Los responsables humanos de la obra son los creadores de la startup Botnik Studio, que habla de sí misma como una plataforma de creación aumentada de contenido. El adjetivo ‘aumentada’ quiere decir en este caso mediatizada, más que eso, vehiculizada a través del software.
En Botnik Studio han entrenado a su algoritmo con los siete libros de la saga escritos por Rowling. A partir de ahí el software logra empaparse del sabor del universo, la idiosincrasia de los personajes, el lenguaje utilizado, incluso de las frases que aparecen.
Pese a todo, una vez elaborado el texto, este tiene que pasar después por las manos de escritores humanos profesionales, que practican ciertos retoques. Pero la trama y el cuerpo principal del capítulo son cosecha del algoritmo.
El capítulo, que se puede leer en la página web de Botnik Studio, se ha presentado además en formato libro de papel, para dar más empaque al texto. No se ha podido evitar, en cambio, que ciertas frases resulten algo cómicas o que tengan un tono algo fuera de contexto de la narración. Evidentemente aún quedan flecos por pulir. Por ahora J. K. Rowling y muchos otros pueden estar tranquilos.
Y es que desde hace tiempo existen muestras de cómo un algoritmo de inteligencia artificial puede crear una obra artística. Los hay que componen música, pero también ha llegado a haber algunos que han escrito novelas enteras. Es cierto que la calidad quizá dejaba algo de desear, en cuanto a errores de coherencia y otros defectos de máquina. Pero la tecnología avanza a marchas forzadas. El capítulo de Harry Potter que ha escrito el software de Botnik Studio solo tiene tres páginas, sin embargo, a nadie le extrañaría que el siguiente sea considerablemente más largo y complejo.
Fuente: Tecnoxplora