La singularidad tecnológica está cerca
La singularidad tecnológica en inteligencia artificial (IA) se define como el punto de inflexión a partir del cual la inteligencia de las máquinas supera la inteligencia humana. El concepto de singularidad tecnológica fue definido por el matemático Von Neumann en 1950 y fue recientemente actualizado por el futurólogo americano Ray Kurzweil (autor del libro “The Singularity is Near”).
La singularidad tecnológica implica que equipos de cómputo, redes informáticas o robots se podrán automejorar, generando una explosión de inteligencia hasta alcanzar un nivel de inteligencia muy superior a la capacidad intelectual humana.
Según Kurzweil, los recientes avances en IA son de carácter exponencial y, tarde o temprano, superarán la inteligencia humana. De hecho, Kurzweil predice que esto ocurrirá alrededor del 2045. En la última década la inteligencia artificial ha recibido un renovado interés debido a las numerosas aplicaciones que se están introduciendo en el mercado, apoyadas por los esfuerzos de colaboración entre empresas líderes como Microsoft, Google, Apple, Amazon y Tesla y universidades como MIT, Stanford y CalTech.
Lo interesante es que estas nuevas aplicaciones pueden aprender y ser más eficientes sin la intervención humana. El objetivo principal es desarrollar sistemas que puedan aprender de la experiencia del día a día como los humanos y superar el rendimiento humano en algunas tareas cognitivas, teniendo así un impacto significativo en los negocios y la sociedad. El objetivo actual es mejorar las vidas de los seres humanos y de nuestro mundo en general.
En la actualidad existen dos revoluciones científicas que amenazan cambiar nuestra forma de vida radicalmente: (i) La inteligencia artificial que promete superar a la mente humana en décadas; y (ii) La técnica de ingeniería genética conocida como CRISPR-CAS9 (ver mi Linterna de Popa del 14 de julio de 2019) que promete eliminar las enfermedades como el cáncer, el envejecimiento y aumentar el potencial del intelecto humano mediante la manipulación genética. Desde una perspectiva evolutiva, el impacto de estas dos revoluciones dará origen a una nueva civilización humana.
Desde la perspectiva de la inteligencia de negocios, el advenimiento de la IA como medio para procesar grandes cantidades de información (Big Data) es significativo. En disciplinas como el marketing, la IA viene generando una revolución mediante el uso de técnicas para aprender, modelar y predecir comportamientos humanos y de mercado.
La explosión de datos se ve facilitada en parte por sensores que producen todo tipo de información confiable del entorno que nos rodea, junto con el reconocimiento autónomo de voz y facial, y captura del movimiento. Ejemplos de estas tecnologías son DeepMind de Google y Watson de IBM. Todas estas innovaciones tecnológicas son intentos de construir máquinas que “piensen” y aprendan en forma similar a los humanos.
Los que tuvimos la suerte de estudiar en el MIT en los 70’s y conocer el Artificial Intelligence Laboratory en Technology Square de Marvin Minsky, Patrick Winston (fallecido el pasado mes de julio), y Michael Dertouzos, ahora convertido en el Computer Science and Artificial Intelligence Laboratory (CSAIL) podemos dar fe del crecimiento exponencial de esta disciplina.
El ahora CSAIL se ha reubicado en el nuevo edificio diseñado por el afamado arquitecto Frank Gehry conocido como el Stata Center y en sus paredes destaca el dicho del presidente del MIT de los años 71 al 80, Jerome Weisner: “Obtener una educación del MIT es como beber un sorbo de agua de una manguera de bomberos”.
¿Cómo se manifiesta la IA en nuestra vida cotidiana? Cuando utilizamos un teléfono celular inteligente para orientarnos en el tráfico con aplicaciones como el WAZE o el Google Maps, el algoritmo que nos indica cual es la ruta óptima para ir a nuestro destino utiliza IA para aprender donde están los congestionamientos de tráfico y como un accidente en determinada calle obliga a recalcular la ruta óptima. }
Las empresas de “delivery” utilizan algoritmos para determinar si el envío debe hacerse por bicicleta, motocicleta, taxi, camión de reparto, ferrocarril, ómnibus o avión dependiendo de las condiciones del tráfico o la distancia de despacho. El asistente “Siri” de los celulares Apple aprende a reconocer las características de voz del usuario para mejorar su entendimiento de las instrucciones vocales a lo largo del tiempo.
En nuestro medio, las aplicaciones de IA que están ganando popularidad y adopción por cada día un mayor número de empresas son los “Chatbots” y los “Asistentes Inteligentes”. Los chatbots cuyo nombre se origina de la conjunción de las palabras “chat” y “robots”, son programas diseñados para llevar a cabo una conversación a través de métodos auditivos o de texto. Estos programas a menudo simulan de modo convincente cómo un humano se comportaría en una conversación con el usuario.
Los actuales chatbots, aunque convincentes, aún están lejos de pasar la prueba de Turing (no poder distinguir si el que está al otro lado de la línea es un robot o un humano). Los chatbots se utilizan normalmente en sistemas de diálogo para diversos propósitos prácticos, incluyendo servicio al cliente o la adquisición de información de nuevos usuarios.
Algunos chatbots utilizan sofisticados sistemas de procesamiento de lenguaje natural, pero la mayoría buscan palabras clave dentro de lo expresado por el usuario y, a continuación, extraen la respuesta más coincidente a las palabras clave de una base de datos que se va retroalimentando con la experiencia diaria.
Hoy en día, la mayoría de los chatbots se accede a través de asistentes virtuales como Google Assistant, Apple Siri y Amazon Alexa, a través de aplicaciones de mensajería como Facebook Messenger o WeChat, o a través de aplicaciones y sitios web de organizaciones individuales.
Los chatbots se pueden clasificar en categorías de uso como comercio conversacional (comercio electrónico a través del chat), análisis, comunicación, atención al cliente, diseño, herramientas para desarrolladores, educación, entretenimiento, finanzas, alimentos, juegos, salud, RRHH, marketing, noticias, personal, productividad, compras, redes sociales, deportes, viajes y servicios públicos.
Más allá de los chatbots, los asistentes inteligentes, basados en métodos auditivos (llamadas telefónicas) y chatbots, permiten automatizar la comunicación y crear experiencias personalizadas para cada cliente. Los asistentes inteligentes están cada vez más presentes en las empresas y a menudo se utilizan para automatizar tareas en los “call centers”.
La atención al cliente usando asistentes inteligentes proporciona a las empresas un claro retorno a su inversión, sustituyendo algunas funciones de los trabajadores de los “call centers” quienes corren el riesgo de ser desplazados por asistentes inteligentes impulsados por la IA.
Fuente:
Jorge Baca Campodónico, J. B. C. (2019, 11 agosto). Inteligencia Artificial – Expreso. Recuperado 12 agosto, 2019, de https://www.expreso.com.pe/opinion/jorge-baca-campodonico/inteligencia-artificial/