Profesionales del derecho lograron crear un sistema que combina detección inteligente, predicción, asistencia inteligente y automatización para dinamizar procesos judiciales. Se llama “Prometea” y se encuentra realizando pruebas con éxito tanto en el país como en otros lugares de Sudamérica.
“Agiliza y optimiza exponencialmente los procesos burocráticos para mejorar los derechos de la ciudadanía”, explicaron quienes desarrollaron este medio que combina técnicas de aprendizaje automático (machine learning) supervisado y de clustering, a partir de etiquetado manual y de máquina.
“La idea es coordinar estas técnicas para que cualquier tarea que uno le ponga enfrente, pueda resolverla mas rápidamente”, explicó Juan Corvalán, abogado de la Universidad de Buenos Aires (UBA), creador y desarrollador de la primera inteligencia artificial predictiva al servicio de la justicia.
Corvalán indicó que “opera como sistema experto para automatizar la creación de documentos, realizar búsquedas inteligentes y asistir en el control de datos; y posee una interfaz intuitiva y amigable que permite ‘hablarle’ al sistema o chatear”.
“La idea es que el sistema ayude a las personas a realizar sus tareas más rápido, disminuyendo la tasa de error que en muchas organizaciones suele ser alta”, evaluó el letrado.
Respecto al proceso, ejemplificó: “Si un juez de familia quiere hacer una declaratoria de herederos, si un juez civil quiere analizar un contrato de locación, o un magistrado quiere analizar si un titulo ejecutivo reúne las condiciones para ser cobrado”.
“Si en un juzgado civil o penal ingresan, por ejemplo, 900 juicios por semana, allí el sistema filtraría y distribuiría el trabajo sin que alguien tenga que intervenir. El sistema lee lo que se presenta, filtra y distribuye. Esto es solo un ejemplo de como podría segmentar y repartir el trabajo en organizaciones que muchas veces están colapsadas”, amplió.
Consultado sobre si el sistema requiere de una digitalización integral, respondió: “Si uno quiere que los sistemas funcionen bien, es ideal que el ecosistema sea digital, porque las maquinas pueden leer todo. Si no es digital, se puede empezar a trabajar computando en la nube y escaneando información para que el sistema actúa sobre ella. Uno puede ser no digital y usar este sistema. Pero necesita internet y un escáner”.
En la actualidad, Corvalán detalló que el sistema tiene “pruebas de concepto desarrollándose en Morón, que está utilizando un sistema predictivo de accidentes de tránsito. Ya lo usaron en 18 expedientes y “Prometea” sólo falló en uno. En los otros 17 le sugirió a la cámara revocar una sentencia y otras las tenia que aceptar”.
Asimismo, aseguró que, teóricamente, el sistema no es más efectivo en un fuero específico, aunque “en la práctica sí”: “Si estoy en un juicio comercial y quiero saber si el juez, frente a la hipótesis de un pagaré, resuelve tal cosa, o si estoy en un juicio penal y quiero saber si el fiscal frente a la hipótesis de prisión preventiva va a impulsar o no la acción, en los dos fueros la utilidad es disruptiva”.
“Para que esto escale de verdad y no sea un caso aislado, hay que buscar aliados, que es lo que hicimos con la Junta Federal de Cortes, e ir generando ecosistemas de gente que pueda reproducir este formato sin que tenga que llamar a IBM y pagarle. Si no logramos que el sector público tenga capacidad de programación y gente preparada para esto, va a ser muy difícil que escale rápido”, consideró.
Para concluir, aseguró que el “principal desafío” pasa por los recursos humanos: “Cómo lograr en el corto plazo recursos humanos capacitados y una inversión de infraestructura lo mas rápido posible. En la Junta Federal de Cortes se creó un Instituto de Tecnologías Emergentes. La idea es que con ellos y bajo la experiencia Prometea generemos una matriz de escalabilidad con un proyecto de 4 años”.
Fuente:
La Capital. (2019, 8 septiembre). Inteligencia artificial para transformar organizaciones. Recuperado 9 septiembre, 2019, de https://www.lacapital.com.ar/la-ciudad/inteligencia-artificial-transformar-organizaciones-n2526353.html