Cuando se habla del futuro del trabajo, sobre todo en relación con el auge de la inteligencia artificial, el sentimiento prevalente sigue siendo que se perderán infinidad de empleos a manos de las máquinas. Frente a este pesimismo, probablemente mayoritario, son muchos los que prefieren centrarse en el enorme abanico de posibilidades que se abren con las nuevas tecnologías y en cómo los humanos seremos capaces de reinventar nuestras ocupaciones una y otra vez, como siempre lo hemos hecho, a medida que las herramientas disponibles vayan evolucionando.
Cuando el Center for the Future of Work de la consultora estadounidense Cognizant publicó a finales del pasado año su ya famosa ‘Guía para conseguir y mantener un empleo en los próximos 10 años’, en la que predecían 21 nuevas profesiones que iban a surgir a causa del progreso tecnológico, fueron muchos los que se interesaron, desde la propia Casa Blanca o los grandes foros económicos hasta los medios de comunicación y la comunidad académica.
Un año después, y con varios de sus vaticinios ya cumplidos, acaban de publicar una segunda edición de su informe, con 21 nuevos trabajos que verán la luz próximamente si no falla su bola de cristal. Y en esta ocasión se atreven a ir un paso más allá. También han creado un índice que servirá para medir y monitorizar el cumplimiento de sus predicciones a lo largo del tiempo. Las hay, eso sí, a corto y largo plazo, como también hay oficios más y menos técnicos entre los que sugieren. Algunos serán auténticas carreras profesionales, de esas a las que uno consagra su vida, y otros serán más bien trabajos temporales (o ‘gigs’, como se dice ahora).
En líneas generales, los 21 nuevos trabajos cuya aparición augura el Center for the Future of Work se dividen en tres categorías, en función de su temática: comportamientos éticos, en la que se encuadran profesiones relacionadas con el buen hacer no solo de las máquinas, sino también de los humanos; seguridad, con oficios que tienen que ver con la defensa del ciberespacio y la prevención de riesgos; y, por último, sueños, a la que pertenecen todos esos trabajos que parecen ciencia ficción pero están llamados a volverse realidad más pronto que tarde.
Comportamientos éticos
La inteligencia artificial está aprendiendo de nosotros, los humanos, y no siempre está quedándose con lo mejor que le podemos aportar. Muchos prejuicios que tenemos las personas se están viendo también en las máquinas, así que hará falta un perfil profesional dedicado a asegurar que los productos de la IA no son machistas, racistas, homófobos… Según el Center for the Future of Work, de eso se encargará el Algorithm Bias Auditor (Auditor de Prejuicios de los Algoritmos), un profesional que velará porque los algoritmos que desarrolle su empresa sean impecables desde el punto de vista ético.
También hará falta alguien que se encargue de afinar la personalidad de estas máquinas, sobre todo cuando vayan a interactuar con los humanos de manera habitual. El Head of Machine Personality Designer (Diseñador de Personalidad de Máquina) se hará cargo de que los parquímetros inteligentes, los robots camareros y el resto de máquinas de nuestro día a día nos hagan sentir cómodos y satisfechos con la experiencia. Su labor es que la marca detrás de esos robots salga reforzada del intercambio y que los clientes no sintamos frustración o decepción por culpa de una máquina sin personalidad (o insoportable).
Pero no solo del comportamiento de las máquinas habremos de preocuparnos a futuro, sino también del que nosotros los humanos, sobre todo los más jovenes, desarrollemos por culpa de las nuevas tecnologías. El Cyber Crime Rehabilitation Counselor (Consejero de Rehabilitación del Cibercrimen) ayudará a los jóvenes con gran talento informático que caigan en la tentación del dinero fácil que promete el cibercrimen a rehabilitarse y enfocar sus capacidades a un trabajo legal y productivo.
Por otro lado, en un mercado abarrotado en el que las empresas cada vez tendrán más difícil diferenciarse de su competencia, los analistas del Center for the Future of Work creen que librarán una batalla por hallar su “propósito” y comunicarlo de manera efectiva. Ya no se trata de vender un producto o servicio, sino de dejar claro cuál es la contribución que esa compañía, a diferencia del resto, hace a la sociedad. Así, las agencias de marketing y relaciones públicas comenzarán a incorporar perfiles como el sugerido Chief Purpose Planner (Director de Planificación de Propósito).
El Head of Business Behavior (Jefe de Conducta de Negocio) será otro perfil que incorporen las empresas, encargado del despliegue de dispositivos con sensores biométricos que midan diferentes factores del trabajo de los empleados (desde sus emociones a su rendimiento) y de analizar dicha información para conseguir la máxima satisfacción y productividad.
La seguridad, prioritaria en el ciberespacio
Otra de las grandes áreas que verán la creación de nuevos puestos de trabajo, según el Center for the Future of Work, será la ciberseguridad, que ya está ganando peso a marchas forzadas en las prioridades y presupuestos de empresas e instituciones. Los diferentes países necesitarán personal capaz no solo de defender la nación de los ciberataques extranjeros, sino también de lanzar contraofensivas o ataques preventivos si se diera el caso. Serán los Cyber Attack Agent (Agentes de Ciberataque), ‘hackers’ de sombrero gris que se moverán en la fina línea entre los lados oscuro y luminoso de la ciberseguridad.
El Cyber Calamity Forecaster (Pronosticador de Desastres Cibernéticos) tendrá la misión de detectar para una empresa o institución los posibles escenarios adversos o incluso catastróficos con los que podrían toparse en el ciberespacio, así como de asegurar que se encuentran preparados para superarlos. El Machine Risk Officer (Oficial de Riesgo de Máquinas) también tendrá función preventiva, pues será el responsable de evitar que los posibles fallos de la inteligencia artificial conlleven consecuencias negativas (financieras, reputacionales o de otro tipo) para su empresa u organización.
Por otro lado, el Virtual Identity Defender (Defensor de la Identidad Virtual) se encargará de verificar que los hechos o declaraciones que nos llegan sobre una persona o entidad son fidedignos, algo cada vez más cuestionable en estos tiempos de posverdad y ‘fake news’. Será, por tanto, el garante de que las identidades digitales de empresas y particulares permanezcan a salvo de cualquier intento de manipulación o perjuicio por parte de terceros.
El futuro que soñamos
El tercer y último apartado en que divide el Center for the Future of Work sus predicciones lo conforman los trabajos que parecen cosa de la ciencia ficción y, sin embargo, están llamados a hacerse realidad próximamente. El Smart Home Designer (Diseñador de Casas Inteligentes), el Flying Car Developer (Desarrollador de Coches Voladores), el Vertical Farm Consultant (Consultor de Granjas Verticales) o el eSports Arena Builder (Constructor de Estadios de eSports) son algunos de los que sugiere el informe.
Por su carácter futurista, son más genéricos y evidentes que los vaticinios a corto o medio plazo. Apelan a tecnologías que ya están dando sus primeros pasos y que serán, sin duda, parte del futuro, así que tienen muchas papeletas de existir de un modo u otro. Cómo serán exactamente todos estos oficios es algo imposible de saber, pero lo cierto es que el retrato del mañana que dibuja este informe nos resulta creíble y, sobre todo, un buen antídoto contra ese pesimismo que rodea al futuro del trabajo. Los robots destruirán empleos, pero seguramente su presencia será el punto de partida para muchas otras profesiones.
Fuente: Tecnoxplora