La combinación de sensores omnipresentes y el procesamiento masivo de datos podría gestar una revolución tecnológica con un impacto disruptivo en el cuidado de la salud. Su disponibilidad a precios accesibles, tamaño diminuto y la confiabilidad de la información que aportan están difundiendo su uso en los más diversos ámbitos.
Un ejemplo en este sentido lo encontramos en los celulares inteligentes, que están equipados con una docena de sensores, que permiten medir desde el posicionamiento global hasta el ritmo cardíaco. La enorme cantidad de datos que colectan puede ser procesada por sistemas de análisis de inteligencia artificial, capaces de reconocer patrones de comportamiento de un conjunto de individuos ante determinadas circunstancias. Sin embargo, si bien esta información puede decir mucho de sus usuarios —tanto a nivel individual como colectivo— es limitada, porque son datos propios del celular más que del individuo en sí mismo.
El próximo gran paso para esta tecnología será la masificación del monitoreo continuo y en tiempo real del propio cuerpo humano, seguido del análisis de big data. Ya puede verse algo de esto cada domingo en los partidos de la Superliga de fútbol argentino, donde los jugadores llevan una prenda negra en el torso que alberga un conjunto de sensores que registran su movimiento y ritmo cardíaco, entre otros parámetros.
Si combinamos el monitoreo de jugadores con otro tipo de tecnologías —como el análisis de videos por inteligencia artificial— esta información podría evidenciar tácticas de juego, algo que el equipo de Croacia ya utilizó en el Mundial de Rusia 2018. Es difícil afirmar si el sistema “STATS Edge” empleado por el equipo croata influyó en que haya alcanzado el subcampeonato del mundo. Por el momento, parece más razonable atribuir el logro al talento de Modrić y compañía, pero es probable que los entrenadores estén dispuestos a prestarle al menos algo de atención a estas nuevas herramientas.
Todo se potenciará a otro nivel cuando se desarrollen sensores confiables y económicos que puedan registrar el comportamiento humano a un nivel químico. Ya existen en el mercado dispositivos de estas características que pueden monitorear de modo continuo, por ejemplo, los niveles de glucosa en sangre durante semanas. Otras sustancias de interés clínico también podrían controlarse de modo similar, con el envío de información a la nube que luego puede ser analizada por inteligencia artificial.
Estos avances tecnológicos abren la posibilidad de implantar biosensores en pacientes para detectar patrones anómalos y asociarlos con condiciones clínicas que requieran atención antes de que se manifiesten los síntomas de una enfermedad. Esto implicaría una revolución en el cuidado de la salud, pues se pasaría de un tipo de medicina reactivo (que entra en acción cuando ya existen síntomas) a otro predictivo (presintomático).
Quedan muchos desafíos para que se imponga este cambio de paradigma en materia de salud, tanto por motivos técnicos referidos al desempeño de los sensores como por cuestiones éticas y de seguridad informática acerca del uso de información sensible y de la protección de la privacidad. Aun así, es posible que no esté muy lejano el día en que nuestros registros biométricos puedan ser monitoreados y analizados en forma continua, y que esta combinación de sensores, telecomunicación e inteligencia artificial posibilite el acceso masivo a una vida más saludable y prolongada.
Para conocer iniciativas innovadoras en este campo, el próximo 13 y 14 de noviembre organizaremos el “Forum EXCELENCIA, Innovación con impacto” en el Palacio de las Aguas Corrientes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El encuentro permitirá discutir los temas clave en el desarrollo argentino para un mundo globalizado y cambiante: la disrupción tecnológica, el desafío de innovar y cómo mejorar las condiciones de competitividad de las empresas.
Fuente:
Gabriel Ybarra, G. Y. (2019, 15 octubre). La inteligencia artificial, un revolucionario aporte para la salud. Recuperado 16 octubre, 2019, de https://www.infobae.com/opinion/2019/10/15/la-inteligencia-artificial-un-revolucionario-aporte-para-la-salud/