Cuando hablamos de miedo a la desaparición de puestos de trabajo debido a la introducción de elementos mecánicos en la producción en una organización no nos sorprende, y nos remonta al siglo XIX en el que los luditas (artesanos ingleses) se opusieron a la penetración de máquinas que los reemplazaron en sus puestos de trabajo.Es una realidad que los robots, los procesos de automatización y la Inteligencia Artificial han comenzado desde hace tiempo a introducirse en el mundo de la empresa y del empleo en numerosos campos, y que van a seguir haciéndolo en los próximos años hasta el punto en el que los trabajadores se van a encontrar trabajando con robots en sus mismos puestos de trabajo o similares. Empresas como Volkswagen ya se están sumando al cambio y ha anunciado recientemente, en su conferencia anual de prensa en Wolfsburg (Alemania), que “debido a la automatización de las tareas podrían suprimir entre 5.000 y 7.000 puestos de trabajo de aquí al 2023”, si no se contrata nueva plantilla para cubrir los puestos de las personas que se jubilen.
Aunque hay personas que a día de hoy son escépticas y cautelosas con la Inteligencia Artificial, Eric Dowdell, autor del artículo “Artificial Inteligence and Machine learning for Modern finance” publicado en Dun & Bradstreet en febrero de 2019, defiende que “muchas industrias manufactureras y de servicios en el mundo están usando Inteligencia Artificial con cero amenazas a la hora de reemplazar a los humanos en sus puestos trabajo”. Según Dowdell, utilizan este tipo de inteligencia para mejorar las relaciones ordenador-maquina, pero sin afectar a las humanas.
El pasado 4 de marzo de 2019, tuvo lugar en el Palacio de Congresos de Granada, la presentación de “Las líneas maestras de la estrategia española de I+D+i en Inteligencia Artificial”. En ella, se volvió a manifestar la importancia de la Inteligencia Artificial a la hora de asegurarse una capacidad competitiva en el futuro (después de todo, la Inteligencia Artificial ayuda a resolver problemas mediante funciones cognitivas, por ejemplo: el permitir la existencia de un coche autónomo) planteando diferentes prioridades que deben desarrollarse para crear un ecosistema adecuado. Haremos hincapié en dos de ellas: la prioridad en áreas estratégicas y la prioridad en formación en Inteligencia Artificial.
Dentro de las áreas estratégicas, encontramos la necesidad de instaurar un grupo en donde poder desarrollar actividades de I+D+i en Inteligencia Artificial, que sirvan para el desarrollo de sectores prioritarios de la sociedad española, como la administración pública, la educación, las ciudades y los territorios inteligentes y la salud.
La segunda, la formación en Inteligencia Artificial, incide en la necesidad de la educación en la sociedad del conocimiento. Para ello plantea dos ámbitos de actuación. Por un lado, la necesidad de los centros de innovación de participar en la transformación de la educación, y, por otro lado, las innovaciones en el ámbito educativo y su necesidad de extenderse a metodologías de atracción profesional.
El valor de los datos en la Inteligencia Artificial
Dentro de la Inteligencia Artificial, los datos son un valor primario. Cualquier persona o entidad que quiera hacer uso de la Inteligencia Artificial debe de contar con un ecosistema digital legal que asegure los datos, que proporcione calidad en ellos y que evite que sean falsos.
En vista de esto, marcas como eInforma, vializan la adquisición de todo tipo de información sobre empresas, adaptándose a una serie de criterios establecidos, para así poder proporcionar a los usuarios los datos que necesitan para tomar decisiones de negocio acertadas.
El querer adaptarse al cambio y avanzar en esta transformación de los negocios puede marcar una gran diferencia a la hora de solicitar un puesto de trabajo. En Universia podrás localizar listados de empresas y numerosas ofertas de empleo las cuales pueden adaptarse a tus preferencias.
Fuente: Noticias Universia