Igual es una de las personas más odiadas de internet: este es el tipo que ha llevado a cabo una de las peores prácticas que se recuerdan
Tiene 32 años, es psicólogo y trabaja, entre otras cosas, como investigador en la Universidad de Cambridge. Y en las últimas semanas se ha convertido en una de las personas más odiadas del mundo, al menos a nivel digital y en términos de protección de datos.
Y es que las posteriores investigaciones sobre la filtración de datos a Cambridge Analytica y el procesamiento que la empresa hizo de estos datos está más en entredicho que nunca. Casi nadie duda de que Facebook recopila más información nuestra de la que nos gustaría, pero la mayor crítica está precisamente en el tratamiento de todo ese volumen de datos.
Este es Aleksandr Kogan
Aleksandr Kogan lleva años trabajando en Cambridge, pero en los últimos meses ha destacado por otra faceta: recopilar una cantidad ingente de información en Facebook, tratarla y vendérsela a Cambridge Analytica. El resultado lo sabemos todos: la compañía usó esos datos para elaborar perfiles ideológicos y sociológicos de cara a influir políticamente en las opiniones de dichos usuarios.
Las acusaciones sobre Kogan no se han hecho esperar. Las más graves le acusan de ser una especie de espía ruso infiltrado, cuya misión en la recopilación de datos abarcaría casi todo el espectro político: desde influir en las votaciones de las elecciones de Estados Unidos hasta propiciar que los británicos fuesen favorables al Brexit.
“No soy un espía ruso”
En una entrevista a Buzzfeed, Aleksandr Kogan insiste en negar la mayor: no solo no es un espía ruso, sino que, de hecho, no ha sido contratado por nadie que pretendiese manipular resultados políticos, y en su voluntad tampoco estuvo nunca presente esa intención.
Eso sí, Kogan reconoce una cosa: hizo un uso ilícito de la información que se puede recabar en Facebook sobre más de 50 millones de perfiles. Con los datos en la mano, el psicólogo de 32 años estableció modelos de predicción ideológica que (quizá) podrían influir en la gente. Y esas predicciones se las vendió a Cambridge Analytica.
“Manipulación, no; predicción”
Por otra parte, Kogan –no sabemos si con razón o sin ella– pretende quitarnos a todos la venda de los ojos: no solo asegura que muchas empresas llevan años haciendo en Facebook lo mismo que hace él, sino que esa práctica no es tan manipuladora como podemos pensar desde fuera. En su opinión, lo que hacen estos modelos algorítmicos es adivinar y predecir las voluntades ideológicas de los usuarios, pero en ningún caso manipularlas.
En otras palabras: Kogan asegura que su modelo no pretende que cambies tu ideología o tu voto. Como mucho, lo máximo que hace es predecirlo y adivinarlo, de modo que la información que recibirás ‘tan solo’ reforzará esa ideología previa.
En su opinión, la clave de este asunto es otra: “La gente está preocupada porque piensan que esto podría haber cambiado el voto en unas elecciones, pero el problema no es ese”, sino que “la gente, por fin, ha despertado, y ya es consciente de que su privacidad y sus datos están siendo difundidos sin su consentimiento”. El tiempo nos dirá si es verdad lo que dice.
Fuente: tecnoxplora