Científicos de Harvard están trabajando en el proyecto SCoPEx, un experimento científico para evaluar los efectos de introducir aerosoles en la estratosfera con el fin de reflejar los rayos solares y disminuir la temperatura de la Tierra.
Carbonato de calcio. Un componente que se puede encontrar en diversos productos, desde el papel hasta el cemento, desde la pasta de dientes hasta las mezclas para pasteles y las pastillas para la acidez estomacal. Esta es la sustancia que el equipo de investigación de Harvard, Frank Keutsch, Zhen Dai y David Keith, pretenden usar para un experimento a “pequeña escala” para introducir aerosoles en la estratosfera, con el fin de estudiar su comportamiento.
La idea de luchar contra el calentamiento global mediante la creación de una capa de partículas en la atmósfera que reflejen parte de los rayos solares no es nueva, y proviene de la observación de fenómenos naturales. En 1991, durante la erupción del Monte Pinatubo en Filipinas, el volcán expulsó a las capas más altas de la atmósfera cerca de 20 millones de toneladas de dióxido de azufre. Esto provocó una caída de la temperatura del planeta de aproximadamente medio grado durante los siguientes 18 meses. La temperatura media de la Tierra había vuelto a los valores anteriores a la implantación de la máquina de vapor.
El concepto de “geoingeniería” tampoco es nuevo. Una vez más, el equipo de Harvard será el primero en sacar la teoría del laboratorio, con el proyecto llamado SCoPEx (Stratospheric Controlled Perturbation Experiment).
Según Nature, la primera fase del experimento, con un coste de 3 millones de dólares, podría comenzar ya en el primer semestre de 2019. La prueba consistiría en volar un dirigible a una altura de 20 km en el suroeste de los Estados Unidos y liberar pequeñas cantidades de carbonato de calcio, de unos 100 gramos cada una, para luego estudiar la dinámica de dispersión.
La prueba en sí es bastante modesta, como dice Zhen Dai, quien pasó 4 años de su doctorado construyendo un dispositivo para simular y medir las reacciones químicas en la estratosfera antes del experimento. El hecho relevante es que sería un primer experimento realizado bajo la bandera de la “geoingeniería”, con todo el debate que inevitablemente seguirá.
Fuente: Ecoinventos