Recuerdo que en el colegio me enseñaron sobre la revolución industrial, un momento de la historia de la humanidad que cambio la forma como se producían las cosas. Se trataba de la Primera Revolución, la que impactó al mundo con la invención de la máquina de vapor que permitió acceder a la energía hidráulica y acarreó la mecanización de los procesos industriales. Luego llegó la Segunda Revolución que vino con la electricidad y la cadena de montaje, permitiendo la producción en masa a la que hoy estamos tan acostumbrados. Más adelante fuimos espectadores de la Tercera Revolución que se generó con la informática e implicó la integración de las computadoras a los modelos de producción tradicionales.
Pero hoy, en 2019 el mundo entero presencia la Cuarta Revolución Industrial. Un nuevo periodo de la humanidad que se caracteriza por una gama de nuevas tecnologías que fusionan los mundos físico, digital y biológico, impactando en todas las disciplinas, economías e industrias, e incluso desafiando las ideas sobre lo que hasta nuestros días significa la palabra humanidad. Si a finales del siglo XVII fue la máquina de vapor la causa de los cambios, esta vez son los robots y la inteligencia artificial los responsables de una transformación radical.
Basta recordar programas de niños como los Supersónicos, películas como Robocop o Yo Robot, donde las maquinas tenían vida propia y actuaban para facilitar la vida de los humanos, para pensar como en esos momentos veíamos esta realidad como algo lejano e imposible de presenciar, que los carros volaron o que tuviéramos un asistente robot en casa era inimaginable, era algo de ficción.
Pero el Internet, el almacenamiento en la nube, el Big Data, entre otros hacen que la Cuarta Revolución Industrial sea una realidad, y que permita la optimización de procesos mediante la recolección y el aprovechamiento de la información y especialmente de los datos. Es tal el impacto que está desafiando a los modelos de negocios tradicionales, imponiendo nuevas estrategias, creando opciones para mejorar la eficiencia de las empresas, sin importar su tamaño o el tipo de industria a la que se dediquen. El avance de la tecnología es arrollador, al punto que hoy por ejemplo algunas empresas tienen la capacidad para detectar en una maquina qué pieza hay que cambiar sin necesidad de desarmarla.
En la Cuarta Revolución Industrial es posible identificar el problema incluso antes de que este suceda, lo que permitirá reaccionar a él de manera anticipada. La creatividad y la innovación son vitales para entender un mercado que es cada vez más cambiante, que demanda nuevos productos y servicios de la mano de la tecnología. Esta nueva ola tiene grandes ventajas pero también presenta retos diferentes a los que veníamos acostumbrados.
Aunque varios expertos señalan que los países más avanzados son los que materializarán los cambios con mayor rapidez, también afirman que son las economías emergentes las que podrán sacarle mayor beneficio. La cuarta revolución industrial llegó, sus cambios son imparables y el proceso de transformación sólo beneficiará a quienes seamos capaces de innovar y adaptarnos a este nuevo contexto.
Como ciudad y como región estamos en el momento indicado para apropiarnos de la tecnología, de la innovación, de la competitividad y del desarrollo. De esa apropiación y posterior empoderamiento depende que avancemos o que nos quedemos aislados y sumidos en el atraso. Porque acciones tan simples como revisar el correo electrónico desde el celular, reservar la cena de un restaurante en línea, depositar o retirar dinero con unos cuantos clics o escribir una dirección en el GPS y que nos muestre el camino indicado para nuestro carro, son tan solo una muestra mínima de los vertiginosos cambios que el día a día nos traerá.
Los cambios que trae la Revolución 4.0 son a gran escala y a toda velocidad y los desafíos son muy puntuales. Gobierno, sociedad y empresas: está revolución es imparable y tenemos que ser parte de ella, no atropellados por ella; es el momento para montarnos en el bus de la innovación y la tecnología.
Fuente:
Alba García, A. G. (2019, 12 agosto). La Cuarta Revolución Industrial o la Revolución 4.0. Recuperado 13 agosto, 2019, de https://ecosdelcombeima.com/columnista/nota-146009-la-cuarta-revolucion-industrial-o-la-revolucion-40