La cuarta revolución industrial supone la integración de la tecnología con la sociedad. En las anteriores se introdujo el concepto de industria, así como la automatización de procesos o los propios ordenadores, que cambiaron drásticamente nuestra forma de interactuar con el mundo.
Esta etapa viene de la mano de tecnologías como inteligencia artificial, robótica, nanotecnología, internet de las cosas, Big Data o la impresión 3D. Nosotros vamos a hablar del Internet de las Cosas que a grandes rasgos está compuesta por todas las demás.
Ahora las máquinas pueden recoger datos del entorno, procesarlos y dar una respuesta, todo esto de forma autónoma incluso sin una programación específica previa, lo que las hace inteligentes.
¿Qué puede hacer el IoT por nosotros?
La tecnología del Internet de las cosas (IoT) tiene infinidad de aplicaciones tanto en el entorno empresarial como en el doméstico, para hacernos una idea podemos considerar los siguientes ejemplos:
- Una nevera que a través de una cámara pueda identificar los alimentos que introducimos o consumimos, construyendo automáticamente la lista de la compra y realizando el pedido a la tienda de nuestra elección.
- Una ciudad que abra los semáforos a las ambulancias o vehículos policiales cuando se produzca una emergencia creando una ruta para minimizar el tiempo de respuesta.
- Una industria que pueda realizar controles de calidad automatizados a los productos que comercializa a través de etiquetas RFID destinando a sus trabajadores a puestos menos monótonos y repetitivos como pueden ser los de gestión. Permitiendo hasta controlar esa fábrica desde el propio domicilio del trabajador.
Como podemos observar los limites están en nuestra propia imaginación, puesto que las posibilidades que se nos abren son prácticamente ilimitadas.
Problemática
No todo puede ser tan perfecto, puesto que existen algunos factores limitantes que hacen que el despliegue del IoT sea más lento de lo que permite la tecnología actual. Aquí nos encontramos con el gran problema de la seguridad y la guerra de protocolos.
Guerra de protocolos
Los fabricantes que se dedican al IoT crean productos basándose en sus propios estándares, pero si queremos interconectar una bombilla con un sistema de control estos tienen que hablar el mismo idioma. Entonces necesitamos un lenguaje común para que todos los dispositivos que salgan al mercado puedan comunicarse entre sí.
Seguridad
La seguridad es un factor crítico en el despliegue de este tipo de soluciones, ya que al eliminar las barreras que nos separan de la tecnología, no siempre tenemos total control sobre nuestros datos.
Nos encontramos con problemas comunes con el mundo IT pero ampliados, ya que pretendemos dotar de seguridad dispositivos con escasas capacidades de memoria y procesamiento como puede ser un sensor de temperatura. Por lo tanto, necesitamos nuevas formas de desarrollar sistemas seguros.
Actualmente, los sistemas de seguridad se basan en proteger la entrada al sistema, ya sea por contraseña, cortafuegos o cualquier otro método. Pero como sabemos que tarde o temprano van a acabar entrando, podemos ir realizando desafíos al usuario por su recorrido dentro del sistema, no confiando nunca en él y repudiando conexiones que fallen en estas pruebas. Este sistema se usa en defensa para impedir, por ejemplo, que un caza aliado ataque a otro.
En conclusión, el Internet de las cosas es una corriente tecnológica aún en desarrollo, pero con unas capacidades inimaginables, que nos dotara de más tiempo de ocio y comodidad optimizando tareas de nuestra vida diaria y desvelando otras nuevas que antes no eran posibles.
Es un mundo muy amplio que daría para horas de conversación pero que tras estas líneas hemos podido identificar qué es, cuáles son los beneficios que nos aporta y a que problemáticas nos enfrentamos.
Fuente:
Diego Gómez, D. G. (2019, 13 agosto). Transformación digital ¿Que es IoT e Industria 4.0? Recuperado 14 agosto, 2019, de https://instatecno.com/que-es-iot-e-industria-4-0/