Un automóvil deportivo que utiliza agua salada como combustible.
Spread the love
Los automóviles eléctricos están tomando cada día mayor relevancia en el mercado, con modelos cada vez más económicos y otras marcas que han apostado por los vehículos de lujo liberados por Tesla Motors, la tendencia de abandonar los combustibles tradicionales cada vez se hace más presente en nuestra sociedad.
A pesar de este hecho, la mayor limitante de las compañías que están apostando por la transición es la capacidad y el tipo de batería que necesitan sus vehículos, por lo que el desarrollo de nuevos tipos de generación y almacenamiento es sumamente importante para el futuro de la movilidad eléctrica.
La compañía alemana NanoFlowcell presentó un prototipo que atiende esta problemática al asegurar que es capaz de lograr una autonomía de 600 kilómetros gracias dos baterías de flujo formadas por un electrolito acuoso que promete almacenar una enorme cantidad de energía en un espacio reducido.
El prototipo llamado Quant e-Sportlimousine cuenta con dos depositas con sales metálicas con electrolitos ionizados, los depósitos se encuentran separados por una membrana que permite el intercambio de protones de uno a otro, lo que produce la energía que mueve el automóvil. Gracias a este sistema, el auto puede acelerar de 0 a 100 km/h en tan sólo 2.8 segundos, y podría alcanzar una velocidad de hasta 380 km/h.
Un modelo similar fue presentado hace unos cuatro años en el Auto Show de Ginebra, pero este tipo de motor se empezó a desarrollar desde la década de los 70s cuando fue patentado por la NASA para mejorar el almacenamiento de energía en vuelos espaciales. Aunque el modelo se trata de un prototipo que funciona más como un laboratorio de pruebas, la compañía volvió a ser noticia pues confirmo la producción de cuatro prototipos más, esperando poder comercializar este tipo de automóviles en un futuro no muy lejano.