El estudio de diseño Crème, con sede en Brooklyn, utiliza verduras de cosecha propia para producir una alternativa sostenible a las tazas de café desechables. El estudio dirigido por Jun Aizaki cultiva calabazas en moldes para crear las tazas biodegradables, bautizadas como HyO-Cup.
Crème cultiva calabazas en moldes, en lugar de lo contrario (almacenando frutas en plástico). Usando la calabaza, fácil de cultivar y resistente cuando está seca, Crème ha diseñado diferentes moldes impresos en 3D que permite que la calabaza crezca en las forma que necesitamos.
Las calabazas son plantas de crecimiento rápido que producen frutos cada temporada. Una vez secas se vuelven impermeables, lo que explica por qué se han usado durante siglos como recipientes para almacenar agua y para beber. La calabaza se ha usado durante siglos para crear recipientes estancos.
Según sus creadores, estas tazas pueden fabricarse a gran escala, ofreciendo una alternativa más respetuosa con el medio ambiente que las tazas de papel para el café, que suelen estar recubiertas de polietileno plástico.
“Las tazas y los envases de un sólo uso son algo habitual en nuestra vida cotidiana, pero producen una cantidad increíble de residuos que terminan en los vertederos y contaminan nuestras preciosos vías ríos y mares. ¿Qué pasaría si la naturaleza pudiera proporcionar una solución para este problema mundial?”.
“Podemos convertir las calabazas en formas funcionales personalizables, como tazas y jarras que pueden ser compostados en lugar de llenar los vertederos como la alternativa plástica”, dijo el estudio de diseño.
Los diseñadores señalan que en el proceso de fabricación de un vaso de papel se produce más de 100 gramos de dióxido de carbono, y menos del 1 % se recicla después de su uso. Sostienen que las HyO-Cups, al ser 100% biodegradables, podrían ayudar a reducir esta basura.
Inicialmente cultivaron las tazas al aire libre, pero descubrieron que había demasiados factores que se no podían controlar, como la humedad, las plagas, el clima y las inundaciones. Ahora las cultivan en un huerto instalado en un contenedor de transporte, estando aún en fase de experimentación y desarrollo.
“Como todos los nuevos proyectos, estamos dando pequeños pasos y esperamos aumentar poco a poco la cantidad y reducir el precio por calabaza, de modo que la HyO-Cup pueda ser un desafío viable para la industria de los residuos plásticos”, agregó el equipo.
Si los moldes están bien diseñados, puedes lograr cualquier forma, haciendo envases para lo que necesites. Una vez cumplida su función, en lugar de ir a un vertedero, ¡las HyO-Cups van a una pila de compostaje!
Fuente: Ecoinventos