Una frase atribuida a la diseñadora de alta costura Coco Chanel, una de las mujeres más influyentes -y controvertidas- del siglo pasado, aseguraba que “la moda no existe sólo en los vestidos.
La moda está en el cielo, en la calle, la moda tiene que ver con las ideas, la forma en que vivimos, lo que está sucediendo”. Este concepto, que lleva las tendencias en la ropa a trascender las pasarelas para convertirse en un reflejo más de la sociedad, es compartido por Iris Van Herpen. En su web la diseñadora holandesa asegura que todo su trabajo es un intento de “dejar claro que la moda es una expresión artística y no un simple objeto funcional carente de sentido o una herramienta comercial. Lo que intento mostrar con mi trabajo es que la moda puede añadir valor al mundo, que puede ser atemporal y que su consumo es menos importante que su concepción”. Siguiendo esta filosofía de trabajo, las creaciones de Van Herpen no son únicamente piezas de alta costura, también representan una forma de mirar el mundo. Y en esa mirada, más amplia y conectada con lo que sucede a su alrededor, obligatoriamente tiene que aparecer la tecnología.
Formada en el estudio se Alexander McQueen antes de abrir su propia firma, Iris Van Herpen es pionera en la utilización de las técnicas de impresión en 3D aplicadas al mundo de la moda. Sus diseños de ropa y calzado, alguno de los cuales están formados por 5.000 pequeñas piezas impresas y después ensambladas, la han convertido en una de las jóvenes creadoras más reputadas y originales de la alta costura. Suzy Menkes, editora internacional de Vogue, bautizó a Van Herpen como “la Hechicera” por su forma brillante de mezclar las técnicas tradicionales de la costura con la alta tecnología. Un estilo único que la ha llevado a colaborar con artistas, arquitectos y científicos en la preparación de sus colecciones.
Para alguien que creció en un pequeño pueblo de los Países Bajos, en una casa sin televisión ni Internet, y que asegura haber pasado su adolescencia sin ser fan de ninguna estrella del pop, debe resultar curioso ver cómo lucen algunos de sus diseños cantantes como Beyoncé o Lady Gaga. La Semana de la Moda de París o el Museo Metropolitan de Nueva York han acogido sus trabajos y grandes firmas se disputan la posibilidad de incluirla en su nómina. Pero, de momento, Van Hersen prefiere seguir experimentando, aunque pocos especialistas dudan de que parte del futuro de la moda pasará por sus ideas y sus manos. Unas ideas abiertas y en constante evolución, porque su forma de entender el diseño, tal y como afirmaba en una entrevista para Vogue, se aproxima a la actitud del científico: “la ciencia es bella porque es flexible como entiendo que cualquier forma de creencia, de pensamiento y expresión debería serlo. Justo como lo es nuestra mente”.
Malu Barnuevo
16-09-2016
Fuente: Vodafone One