La caída de los recursos de agua subterránea en el estado mexicano de Michoacán, que en un siglo ha perdido el 70% de sus mantos acuíferos, ha impulsado a un joven estudiante de la Universidad Michoacana de San Nicolás a idear un nuevo tipo de hormigón permeable que evita inundaciones y permite la recarga de los acuíferos.
“Es de vital importancia reconocer que la correcta planificación del territorio no es aquella que se llena de vialidades (vías públicas), concreto (hormigón) y varilla, sino más bien aquella que se integra con su entorno y lo respeta”. Lo asegura el joven impulsor de esta propuesta, Ezequiel González, en su proyecto ‘Concreto Ecológico: regreso al ciclo natural del agua’. Su idea, por lo pronto, le ha valido uno de los premios Vive Conciencia que se entregan en México.
Y es que lo que busca González con esta innovación es convertir el pavimento en un activo que permita recuperar el agua subterránea el esta zona del oeste mexicano. Para ello, la propuesta consiste en un hormigón alternativo elaborado con agregados gruesos y con aditivos para mejorar la resistencia del material, que se unen gracias al cemento Portland.
Precisamente, la sustitución de los agregados finos que se emplean habitualmente para fabricar hormigón aporta la porosidad necesaria que permite la filtración del agua y el intercambio de aire. En la misma dirección reman otros aspectos de esta innovación, como la ausencia de armaduras interiores.
Al tiempo, tal y como asegura este estudiante, esta condición no va en detrimento de la resistencia estructural que, tras las pruebas practicadas, se situó en 150 kg/cm2. Con esto, este hormigón alternativo sería apto para su instalación de manera segura en áreas como estacionamientos, zonas peatonales, jardines, espacios deportivos o vías en las que el tráfico no sea denso.
Con una absorción de 400 litros por metro cuadrado y por minuto, este hormigón permeable reduciría y mucho los riesgos de inundaciones. Pero esta iniciativa respetuosa con el medioambiente se posiciona, sobre todo, como una vía para filtrar las aguas pluviales y recargar los acuíferos que, como el propio joven indica, están en “acelerada vía de decadencia” por distintas cuestiones, la “más drástica”, la acción humana. Y aunque a él le haya movido la situación de Michoacán, esta decadencia no es exclusiva ni de ese estado ni del país norteamericano. De hecho, el mapa de la explotación de los acuíferos en España está también salpicado de puntos rojos, con casos como el del río Aguas, en Almería, un paraje natural en el que el nivel de explotación de las aguas subterráneas se sitúa en el entorno del 300%.
Fuente: EcoInventos