Los surfistas y buceadores, que pasan mucho tiempo practicando en el océano, corren el riesgo de ser atacados por tiburones. Para evitar los daños causados por estos animales, han diseñado unos trajes de neopreno que cuentan con una tecnología de nanofibra que resiste a sus mordeduras.
Según el International Shark Attacks File, el año pasado hubo 11 muertes y 73 incidentes por ataques de tiburones. Estos datos demuestran que a pesar de que existen animales que pueden provocar más muertes, los tiburones siguen siendo animales con los que hay que andarse con ojo.
Los trajes a prueba de tiburones se llaman ‘Shark Stop’ y son más pesados que los trajes de neopreno normal. Además de proteger a quien lleve puesto el traje, los Shark Stop están hechos con neopreno biológico, por lo que tienen un menor impacto en el medio ambiente que otros.
La compañía que está detrás de Shark Stop trabaja con una nueva tecnología de nanofibras de polímeros que permite que tengan una gran resistencia a las mordeduras de tiburones. El fundador, Haydon Burford, asegura que se pasó cuatro años investigando qué tejido era el adecuado para desarrollar un traje de buceo resistente hasta lograr el resultado de Shark Stop.
“Sabemos que cuando se practica el surf y el submarinismo se necesita la máxima flexibilidad en el traje de neopreno para no tener restricciones –recalca Burford-. La resistencia del tejido Shark Stop no compromete su flexibilidad”.
Con las nanofibras, la empresa ha demostrado que el traje reduce la profundidad de la mordedura de un tiburón blanco. Asimismo, su material también resiste a la abrasión para que sea útil incluso con altas temperaturas.
La compañía está a punto de terminar las últimas fases de desarrollo. Sin embargo queda, el fundador reconoce que todavía mucho recorrido: «Aunque hemos creado productos de muestra, aún no hemos fabricado estos trajes a escala. Podría haber problemas con los que aún no nos hemos topado”.
Fuente: 20minutos.es