De fondo parece sonar un GPS: recalculando. Todavía la ruta definitiva no está marcada, pero ya hay indicios que la que estimábamos un mes atrás, no será la indicada.
Por ahora no hay ninguna decisión administrativa, ni de la Casa Blanca y del Departamento de Comercio, pero una frase parece cambiar todo: “vamos a seguir vendiendo esos productos”. La frase es del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump en la conferencia de prensa del G20, luego de la reunión con su par chino, Xi Jinping.
Consultado por el caso Huawei, el presidente Trump parece haberse dado cuenta del error de prohibir a las empresas estadounidenses comercializar con la compañía china y admitió que permitirá que se vendan productos a Huawei siempre que eso no signifique un problema para la seguridad nacional. El tema era una cuestión de suma importancia en la agenda de negociaciones comerciales con China.
Trump parece haber tomado nota de que la última decisión de vetar a la compañía china era un boomerang que golpeaba más a Estados Unidos que a la china Huawei y hasta parece haber hecho una suerte de mea culpa en su discurso. “En algunos casos somos los únicos que tenemos la tecnología. Lo que hicimos en Silicon Valley es increíble. Y nadie ha podido competir con nosotros. Por eso acordé permitirles que puedan seguir vendiendo esos productos”, indicó el Presidente. Al mismo tiempo, advirtió que las compañías estadounidenses “no estaban justamente muy felices” de la decisión tomada anteriormentey por eso se decidió permitir que comercialicen con el gigante chino —hace un mes se calculaba que el costo de dejar de comercializar productos a Huawei era de 11.000 millones de dólares anuales—.
Luego de esta declaración, el presidente del Consejo Nacional Económico, Larry Kudlow se ocupó de aclarar qué significa esta concesión de Trump, que tiene como objetivo conservar las ventas de las propias compañías norteamericanas pero no eliminar por completo el bloqueo a Huawei. Reuters indicó que la decisión comprende la venta de componentes a Huawei pero deja “el equipamiento mayormente sensible” fuera de la discusión. “Lo que ocurrirá es que el Comercio garantizará algunas licencias adicionales”, indicó Kudlow. La inclusión de Huawei en la lista negra del Departamento de Comercio se mantendrá. No obstante, Kudlow indicó que el acuerdo anunciado este finde semana “no es la última palabra”.
Habrá que ver cómo se terminará implementando la medida y, particularmente, qué tipo de software, servicios y componentes involucrará. En principio, la marcha atrás parece ser una forma de evitar romper la cadena de suministro de la industria tecnológica y telecomunicaciones, y, fundamentalmente, proteger a las compañías norteamericanas como Google, Qualcomm e Intel de perder un importante comprador de tecnología. En la medida parece haber más un deseo de Estados Unidos de proteger su industria ante la amenaza de que sea reemplazada por jugadores europeos o asiáticos.
Todavía restan nuevas negociaciones para terminar de entender cómo se terminará de configurar el nuevo escenario. Por ahora, Estados Unidos no parece querer ceder sobre la prohibición de que los operadores instalen en sus redes equipamiento de Huawei pero no tiene problema si las empresas estadounidenses tienen vínculos comerciales con la empresa china.
La realidad es que para Huawei el golpe de tener que prescindir de parte de sus proveedores era importante, por lo que seguramente algún ejecutivo habrá festejado la decisión de Trump. La medida de mantener la prohibición para comercializar sus productos en los Estados Unidos es, no obstante, un golpe que no duele tanto ya que los Estados Unidos nunca fue uno de sus principales compradores.
A Huawei le golpea más el escenario de incertidumbre que se cuela en otros mercados que sí representan un gran negocio para el fabricante, como Europa o Latinoamérica. Cabe recordar que en Europa se puso en marcha una iniciativa para garantizar la seguridad de las redes luego de la polémica sobre Huawei. En nuestra región, en cambio, la problemática parece tener efecto únicamente como comentario en los pasillos. Los operadores parecen seguir confiando en la compañía china y no tienen ningún problema en demostrarlo.