El espacio ya está abierto a nuevos negocios. “Así como en su momento Internet fue el caldo de cultivo de cientos de startups, hoy en día el espacio es el ecosistema donde muchas ideas de negocio se están materializando”, explica la empresa española Alén Space, que desde Galicia pretende liderar esta carrera, ofreciendo a sus clientes la posibilidad de poner en órbita un nanosatélite por 14.000 euros al mes, según informa Portaltic.
El CEO de Alén Space, Guillermo Lamelas, explica que debido a los altos precios de los satélites y sus largos procesos de fabricación (de entre cinco y 15 años) “el espacio estaba reservado a grandes corporaciones dependientes del ámbito gubernamental y militar”. Ahora un nanosatélite, de apenas 20 kilogramos, puede tener un coste por debajo de los de 500.000 euros y estar listo en ocho meses.
“Considerando una vida media de tres años estaríamos hablando de menos de 14.000 euros al mes de coste por satélite para que una empresa pueda recabar datos críticos, sin pasar por redes de terceros y sin tener en cuenta que le pueda servir para ofrecer nuevos servicios a sus clientes”, detalla Lamelas, que dirige este ambicioso proyecto, que nació hace poco más de una década en la Universidade de Vigo.
Este nuevo panorama permite a muchas empresas tener la capacidad de llevar sus ideas de negocios al espacio, provocando que se dispare el número de lanzamientos. Cuando Alén Space puso en órbita su primer satélite, ‘Xatcobeo’, en 2012, sólo se lanzaron 50 nanosatélites en todo el mundo. En los próximos cinco años existen previsiones que aseguran que se van a lanzar más de 2.600. Un mercado en claro crecimiento.
- La posición de España en el nuevo espacio
La llegada de un astronauta al Ministerio de Ciencia es “esperanzador”. Así lo ve Lamela, que cree justo decir que Pedro Duque “hace sentir su apoyo al sector”. “Todos esperamos que contar con un ministro que conoce tan bien el sector espacial redunde en un mayor foco en el ensanchamiento y fortalecimiento de este sector en España”, añade.
En este sentido, el CEO de Alén Space celebra que exista un movimiento “cada vez más fuerte” para la creación de una agencia espacial española. “En estos momentos, los temas relacionados con el espacio dependen de varios ministerios y entidades, y pensamos que sería positiva la creación de un órgano que ayude a centralizar y a coordinar todos los esfuerzos de la industria espacial española y de la administración”, ha apostillado.
Lamela considera que el sector espacial “muestra señales de salud envidiables” en España, pero advierte de que otros países del entorno “apuestan mucho más decididamente que por el desarrollo del ‘New Space'”. Algunos ejemplos serían el Reino Unido, Luxemburgo, Dinamarca, Francia o Polonia, que tienen potentes planes nacionales para atraer y facilitar el desarrollo de empresas en este sector.
- Del seguimiento de camiones a la lucha contra incendios
La variedad de aplicaciones prácticas de estos nanosatélites es enorme. Hoy en día, las aplicaciones más habituales tienen que ver con comunicaciones, inteligencia de señal, observación de la Tierra, previsión climática, monitorización de cultivos, gestión remota, seguimiento de aviones, smart cities, seguridad de datos, gestión de flotas, seguimiento de mercancías, lucha contra incendios… “La imaginación es el límite”, asevera Lamela.
Cada día se prueban nuevos usos para los nanosatélites. En ese sentido, resulta interesante el reciente lanzamiento por parte de la Universidade de Vigo del nanosatélite Lume-1, desarrollado por el equipo de Alén Space, que forma parte del proyecto europeo FireRS para la alerta temprana y detección de incendios forestales.
Esta empresa gallega asegura que las aplicaciones de estos nanosatélites “tienen una mayor influencia en las vidas de las personas de lo que se podría pensar”, citando en algunas pinceladas “la conectividad de los dispositivos, la protección del medio ambiente o la seguridad de las comunicaciones”.
Sin embargo, tampoco obvian el mal uso que se pueda hacer de estos aparatos: generación de interferencias, espionaje industrial, etc. “Como con cualquier otra tecnología, puede que en algún momento alguien intente cometer abusos con la información recabada o con los servicios ofrecidos por nanosatélites. Evitarlo pasa por contar con un marco normativo adecuado, con equipos de seguimiento y vigilancia, y por asegurar la robustez de nuestras soluciones tecnológicas frente a situaciones o ataques como los indicados”, concluye Lamela.
Fuente: Retina El Pais