El Centro de Investigación en Química Aplicada (CIQA) desarrolla materiales textiles avanzados nanoestructurados para aplicaciones industriales en Coahuila y México, a partir de innovaciones propias y con apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
“Este proyecto consiste en incorporar directamente nanopartículas u otras moléculas en fibras textiles, tanto hilos como tela no tejida, principalmente para dar una funcionalidad a estos textiles. La funcionalidad puede ser como material antimicrobial, textil luminiscente, antiestático, etcétera”, explicó el doctor Carlos Alberto Ávila Orta, investigador titular B del Departamento de Materiales Avanzados del CIQA y coordinador del proyecto.
De acuerdo con el investigador, el proyecto presenta la posibilidad de agregar propiedades a los materiales textiles desde su creación. “Convencionalmente lo que se hace para dar propiedades avanzadas a un textil son tratamientos superficiales sobre la tela ya acabada. Nuestra tecnología permite agregar esos aditivos nanoestructurados dentro de la fibra, de esta manera no se perdería tan fácilmente el efecto o la partícula”.
Según la información técnica de la investigación, el CIQA recibió infraestructura especializada desde Inglaterra con apoyo del Conacyt para fortalecer el proyecto.
“El equipo adquirido, LCEF (línea combinada de extrusión de filamentos), es una línea de extrusión para la obtención de fibras de polímeros termoplásticos mediante los procesos conocidos como hilado en fundido (melt spinning) y soplado en fundido (meltblown), debido a lo cual tiene la capacidad de producir fibras para telas tejidas y no tejidas”.
El doctor Ávila Orta señala que la adquisición de este equipo otorga nuevas posibilidades al CIQA de continuar y reforzar el proyecto a partir de innovaciones propias.
“Esto nos da la posibilidad de, aplicando la tecnología que hemos desarrollado en CIQA, incorporar esas partículas a los polímeros, dispersarlas de manera adecuada y eficiente, de tal manera que podamos fabricar la fibra sin que se rompa, ya que ese es un problema muy fuerte, puedes tener el aditivo pero la fibra se va a romper, o bien, el aditivo va a atascar los filtros de las fábricas y no vas a poderlos procesar”.
Textiles del siglo XXI
Respecto a las aplicaciones de estos materiales textiles avanzados, el investigador indicó que existe una amplia gama de posibilidades, algunas son: “Material textil antimicrobial, que podría ser usado en hospitales para prevenir las infecciones nosocomiales; material textil fotosensible, en el área de seguridad para identificar si un uniforme es auténtico o no a través del material luminiscente; y material antiestático, para empresas que requieren evitar algún accidente, entre otras”.
En cuanto al futuro del proyecto, Ávila Orta explicó: “En el grupo de investigación vamos por tres diferentes vertientes, una es la parte de aplicaciones industriales con empresas; vamos por la parte de propiedad intelectual, distintas patentes basadas en tecnologías previas del CIQA, y la generación de recursos humanos, ya que estamos incorporando a estudiantes de diferentes niveles para contribuir a estos proyectos y a su desarrollo”.