Leer la mente es una de las mayores aspiraciones del ser humano. Aunque en la actualidad parece solo cosa de ciencia ficción, lo cierto es que, gracias a los avances de la ciencia y la tecnología, vamos por buen camino para llegar a indagar en los pensamientos de otra persona. El último logro en este sentido lo han conseguido un grupo de neurocientíficos de la Universidad de Toronto Scarborough, quienes, gracias a un pionero método desarrollado por el investigador postdoctoral Dan Nemrodov, han podido reproducir las imágenes mentales de una treintena de personas registrando su actividad cerebral.
Para ello, y como se recoge en su publicación de la revista ‘eNeuro’, se les conectó a un equipo de electroencefalografía (EEG), capaz de captar y registrar datos de las ondas cerebrales, y se les mostró más de 100 imágenes diferentes de rostros humanos. Cuando las vieron, los sujetos recrearon en su mente sus propias percepciones, las cuales se recogieron por el sistema de EEG y se reprodujeron gracias a algoritmos de aprendizaje automático.
Un logro que, como ya predicen desde este laboratorio canadiense liderado por el profesor Adrian Nestor, puede servir como medio de comunicación para personas que no pueden hablar o como método en la lucha contra el crimen para recopilar datos más fiables de testigos que han presenciado un delito. “No estamos reconstruyendo cuadrados y triángulos, sino imágenes reales de la cara de una persona, y eso implica una gran cantidad de detalles visuales precisos”, apunta Nestor.
En experimentos anteriores, Nestor ya había conseguido reconstruir imágenes con la técnica de la resonancia magnética funcional (fMRI), encargada de medir la actividad cerebral según los cambios en el flujo sanguíneo. Sin embargo, no se habían obtenido tan buenos resultados como los actuales. Mientras que la fMRI capta detalles precisos en segundos, los sistemas de EEG lo hacen en milisegundos. Algo que permitió a los investigadores estimar que nuestro cerebro tarda unos 170 milisegundos (0,17 segundos) en formar una buena representación de una cara que vemos.
Además estos equipos de EEG pueden ser portátiles y son más económicos que sus predecesores. Sin duda, todo un avance que abre todo un mundo de posibilidades al permitir acceder, explorar y compartir lo que vemos en nuestras mentes.
Fuente: Tecnoxplora