El mexicano Christian Peñaloza ha desarrollado un brazo robótico que permite a una persona realizar dos tareas a la vez o aumentar sus capacidades físicas.
Se trata de un sistema que controla el brazo robótico mediante una interfaz que registra la actividad cerebral y ordena a la extremidad la actividad a realizar. La creación, en conjunto con el también científico japonés Shuichi Nishio, se llevó a cabo en el Instituto de Investigaciones Avanzadas en Telecomunicaciones de Kioto. De acuerdo a sus desarrolladores, este avance mejorará la productividad laboral y facilitará la vida diaria de los humanos.
El miembro robótico se probó en 15 voluntarios, quienes trataron de tomar una botella con el tercer brazo mientras rodaban una pelota en una bandeja con sus propios brazos. Ocho de ellos lograron hacer las dos cosas al mismo tiempo.
Aunque ya existen sistemas controlados por el cerebro para uso de personas con parálisis motriz, la mayoría de éstos solamente permiten realizar una sola tarea. Esta es la primera vez que se diseña un sistema para personas saludables con la idea de aumentar sus capacidades físicas y que les permita realizar más de una tarea a la vez.
Christian Peñaloza llegó al Instituto de Investigaciones Avanzadas en Telecomunicaciones de Kioto tras haber concluido una maestría en Ciencias de la Ingeniería y un doctorado en Robótica y Neurociencia Cognitiva de la Universidad de Osaka. Actualmente es miembro del laboratorio de Robótica Inteligente “Ishiguro Laboratory” de la misma universidad japonesa.
Previo a este desarrollo, el mexicano investigador en neurociencia cognitiva aplicada a la robótica había diseñado la interfaz cerebro-máquina (BMI, por sus siglas en inglés) que aprende a reconocer las órdenes del individuo mediante inteligencia artificial.
El dispositivo mide ondas cerebrales, las procesa y por un sistema de electrodos son enviados una computadora, la cual vía conexión inalámbrica indica a prótesis robóticas o electrodomésticos la acción a realizar. Mediante la inteligencia artificial el dispositivo aprende los patrones de pensamiento y automatiza sus acciones.
“El sistema puede aprender a adelantarse a las necesidades del usuario, sin que tenga que hacer el esfuerzo de pensarlas de nuevo. Esta capacidad puede evitar el rechazo de algunos pacientes a estos sistemas por el cansancio que provoca”, explica el doctor Peñaloza quien es presidente del Capítulo Japón de la Red Global MX.
El neurocientífico fundó en Tijuana, México, la compañía Mirai Innovation, dedicada a explorar varias áreas de lo que se denomina tecnologías emergentes, como la robótica, inteligencia artificial, realidad aumentada, internet de las cosas y neurotecnologias. Uno de sus desarrollos más importantes es el sistema de adquisición de señales neurales llamado AURA, un componente esencial de los sistemas de interface cerebro-maquina.
Fuente: (Agencia ID)