El sistema Alias proporciona nuevos niveles de automatización a una amplia variedad de aeronaves convencionales, civiles y militares
El piloto automático para aviones desarrollado por Aurora Flight Sciences es algo diferente de los pilotos automáticos habituales utilizados en la aviación: consiste en un sistema de visión artificial, un módulo de aprendizaje, otro de síntesis y de reconocimiento de voz y de un pequeño brazo robot industrial que maneja los mandos de control del avión, los mismos mandos que usaría un piloto humano.
El proyecto comenzó como parte del plan de Darpa, (la agencia de origen militar estadounidense que en los últimos años ha financiado numerosos proyectos relacionados con los vehículos autónomos, sistemas de inteligencia artificial y robots, entre otros, y que dio origen a la internet que hoy conocemos) para convertir en avión autónomo cualquier tipo de aeronave convencional, aquellas que necesitan un piloto humano a bordo para completar el vuelo. Aunque el piloto automático (y otros sistemas avanzados como el aterrizaje asistido o automático) son habituales en los grandes aviones comerciales y en aviones militares, sin embargo, la mayoría de las aeronaves que ya existen no incorporan esas funciones; incluyendo numerosos jet privados, aeroplanos pequeños, avionetas y helicópteros.
En un primer vuelo de prueba realizado a finales del año pasado el sistema Alias (Aircrew Labor In-Cockpit Automation System) pilotó con éxito una avioneta tomando los mandos de un Cessna Caravan. Para accionar los controles, Alias hace uso de un brazo robot parecido a los robots industriales pero de menor tamaño. Este brazo fabricado por la compañía de Universal Robots (UR) es relativamente asequible (según el tamaño cuesta en 20 y 40 mil euros) y están diseñados para operar en colaboración con otros robots y con personas. Por su bajo coste y versatilidad estos robots son ampliamente utilizados en desarrollos experimentales y de inteligencia artificial como este, además de servir en aplicaciones industriales (que incluye ayudar a ensamblar otros brazos robot de UR), educativas e incluso artísticas. Como parte del sistema Alias el brazo robot realiza maniobras como acelerar y decelerar la aeronave o cambiar de dirección y de altitud.
Según Darpa, la posibilidad de reasignar tareas de la cabina a los robots permitirá a los humanos concentrar su atención en otras tareas, a la vez que incrementará la eficiencia de las operaciones en vuelo. En la práctica la introducción de un sistema de este tipo mejoraría el rendimiento de los pilotos al recortar la carga de trabajo que recae sobre ellos, pero también ahorrará tiempo y dinero en la preparación de los pilotos y reducirá los costes en tripulación.
De avionetas a grandes aviones comerciales
Recientemente el sistema Alias se ha enfrentado a una tarea mayor que la de pilotar una avioneta y ha logrado pilotar con éxito un Boeing 737-800NG, un avión comercial de 40 metros de longitud, 80 toneladas de peso y con capacidad para llevar 180 pasajeros. En este caso, sin embargo, Alias no realizó una prueba de vuelo real como en anteriores ocasiones sino que tomó los mandos de un simulador de vuelo, el mismo que se emplea para la preparación y certificación de los pilotos humanos.
Con esta prueba Alias demostró su capacidad para operar el sistema de aterrizaje automático del 737 y de aterrizar de forma autónoma el avión sin asistencia de un piloto humano, según Aurora Flight Services. Una ventaja con la que cuenta el robot Alias es que para ponerlo a los mandos de cualquier aeronave no es necesario realizar ninguna modificación, ya que se trata de un sistema de quita y pon.
Aunque la idea de que el asiento del copiloto esté ocupado por un robot resulta un poco extraña por ahora, el proyecto de Alias en realidad no es muy distinto de cómo eran los primeros prototipos de coches autónomos, aquellos en los cuales una serie de artilugios y mecanismos actuaban directamente sobre los mandos del vehículo; palanca de cambios, pedales o volante. A largo plazo, el desarrollo de Aurora Flight Sciences tiene más que ver con vuelos autónomos que abarquen desde el despegue hasta el aterrizaje. Pero para alcanzar ese objetivo primero los robots deben pasar por un proceso de aprendizaje y de entrenamiento, el mismo proceso que también deben pasar los humanos que programan y desarrollan los pilotos robots.
Fuente: EL PAÍS