Desde hace un tiempo, la impresión 3D se ha convertido en uno de los sectores tecnológicos con mayor crecimiento en el mercado. Al fin y al cabo, se trata de una tecnología que basa su diferenciación en una reducción de los plazos necesarios para crear todo tipo de productos. La mejora de la tecnología insertada en los bienes que se crean también admite una mayor flexibilidad, por lo que los usos se han disparado. Ahora bien, ¿hasta qué punto podría ser usada esta propuesta en el ámbito de la medicina?
Teniendo en cuenta que hemos llegado a ver unidades específicamente desarrolladas para la construcción de edificios, no sería de extrañar que hubiera robots de esta clase centrados en la realización de complicadas operaciones quirúrgicas completas. La posibilidad de incluir células capaces de reemplazar otras dañadas debido a enfermedades es uno de los desafíos que se antojan más complicados. Aun así, científicos de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW), en Sydney, han desarrollado un revolucionario avance al respecto.
Veamos, por tanto, cómo es el funcionamiento de la tecnología desarrollada por F3DB, que es como así se denomina este proyecto, cuáles son las claves que hay para entender el funcionamiento de esta increíble innovación y, por supuesto, hasta qué punto nos encontramos ante una propuesta diferencial para entender la generación de órganos internos que han sufrido daños de diversa índole. ¿En qué consiste la biotinta que incluye también este complejo proyecto?
F3DB, el robot que ha sido creado especialmente para imprimir células en tus órganos
En un futuro, los quirófanos podrían estar formados, en exclusiva, por robot repletos de inteligencia artificial para la realización de operaciones quirúrgicas. No obstante, lo cierto es que todavía queda mucho para que esto sea una realidad. Por ello, toca pensar en otro tipo de soluciones, tales como este robot pensado para imprimir células en los órganos. Por el momento, únicamente se pueden agregar células en la superficie de los órganos, pero se espera que en un futuro puedan incorporarse soluciones alternativas para profundizar esta solución.
Una de las curiosidades más interesantes de este brazo robótico es la capacidad para incorporar toda una serie de propuestas que tienen como objetivo agregar cabezales indispensables en cualquier quirófano. De esta forma, se podrá equipar con un bisturí, un cable para expulsar agua y limpiar heridas y demás soluciones de esta clase. Aun así, la principal herramienta es la que está directamente relacionada con el cabezal que imprime las células sintéticas para reparar nuestros órganos internos.
Con el objeto de comprender hasta qué punto estamos ante una solución eficaz, se han realizado experimentos con riñones de cerdo. Tras el estudio posterior, se ha comprobado cómo la operación de implantación fue un éxito absoluto. De acuerdo con la información de Extreme Tech, cabe ser prudentes, ya que esta tecnología se encuentra aún en fase de desarrollo, por lo que habrá que esperar aún un tiempo para ver los resultados de las pruebas efectuadas en seres humanos.
Nuestra bioimpresora 3D flexible significa que los biomateriales se pueden administrar directamente en el tejido u órganos objetivo con un enfoque mínimamente invasivo. Dr. Thanh Nho Do.
Se espera que este tipo de tecnología pueda llevar a cabo en el futuro toda una serie de intervenciones quirúrgicas para reparar órganos dañados. Nos encontramos ante una tecnología que deberá ser pulida todavía, ya que hay algunos elementos que no dependen del propio robot. El mejor ejemplo de ello es la propia generación de células a nivel sintético, ya que esto sigue planteando una serie de riesgos que deben ser evitados antes de su implantación.
Fuente: mundodeportivo.com