No es la primera vez que vemos un brazo robótico combinado con un sistema de impresión 3D, pero este es un poco diferente. Su cabezal, inspirado en cómo tejen sus telas las arañas, imprime estructuras tridimensionales que se mantienen en perfecto equilibrio por sí solas.
El robot es una creación de un grupo de diseñadores que lo han presentado en la conferencia Digital future workshop celebrada en Shanghai. La premisa de la que partía este equipo de investigadores era tratar de diseñar un sistema de impresión 3D cuyas estructuras fueran capaces de desafiar la gravedad. Hasta ahora, estos equipos acumulan material, pero lo hacen a favor de la gravedad, o sea, unas capas sobre otras.
Para lograr esa objetivo, los creadores del robot se inspiraron en unas de las estructuras más fascinantes de la naturaleza, las telas de araña. Aunque a simple vista, nosotros solo vemos finos hilos uniformes, la seda de araña al microscopio tiene un aspecto muy diferente, con varias hebras sujetas a la principal que actúan como tensores y mantienen la seda en posiciones en las que un hilo normal se vendría abajo.