El robot de la universidad de San Diego de desplaza sobre piedras y arena como si nada.
Cada vez que un ingeniero intenta construir un robot basándose en formas vivas que existen en el mundo real el resultado termina siendo tan efectivo como perturbador. Pero, de entre todos los animales del planeta tal vez el menos pensado como base para armar un autómata sería una tortuga.
Aún así, un grupo de investigadores de la Universidad de California en San Diego (UCSD) decidieron construir un robot inspirados en es te amigo con caparazón, que si bien puede ser un poco para desplazarse, resulta ser muy eficiente para andar por caminos irregulares o complicados, como sitios arenosos o llenos de piedras.
Michael Tolley, ingeniero en jefe de la UCSD, y uno de los encargados de este proyecto revela para Digital Trends los secretos esenciales de su creación:
Nuestro robot basa su funcionamiento en el uso de sistemas de aire comprimido, lo que le permite realizar movimientos complejos sin un requerir un elaborado esquema de control.
Para armar nuestro diseño utilizamos una impresora 3D multi-material, que nos permitió fabricar formas geométricas complejas hechas a base de combinaciones de materiales blandos y rígidos.
El robot de la UCSD se habría inspirado también en otras formas de vida marina, como los pulpos, que son capaces de comprimir y amoldar su cuerpo para desplazarse por lugares y cavidades comúnmente inaccesibles para sus dimensiones.
La impresión 3D basada en multi-materiales blandos y rígidos es lo que ha hecho posible demostrar que es posible utilizar este mismo principio para robots.
Aunque su diseño no sea muy atractivo, ni amigable, el robot de la UCSD representa un modesto avance en este terreno.
Fuente: FayerWayer