Unos científicos están trabajando en un chicle que es capaz de detectar la inflamación oral y avisar de ello, mediante un fuerte cambio de sabor, a la persona que lo esté mascando.
Los implantes dentales entrañan a veces complicaciones. Según algunas estadísticas, entre el 6 y el 15 por ciento de los pacientes desarrollan una respuesta inflamatoria en los años posteriores a la recepción de uno de estos implantes. Esto es debido a bacterias que destruyen el tejido blando y el hueso alrededor de él, en el peor de los casos.
En el futuro, los pacientes se beneficiarán de un método rápido y asequible para detectar la presencia de tales bacterias en su boca, usando un chicle basado en una prueba de diagnóstico desarrollada por el equipo de Jennifer Ritzer y Lorenz Meinel, en la Universidad Julius Maximilian de Wurzburgo, en Baviera, Alemania.
El funcionamiento de esta singular prueba de diagnóstico funciona como sigue: si existe inflamación en la cavidad oral, al masticar el chicle este libera una sustancia que provoca en la persona la percepción de un sabor amargo.
Los pacientes pueden entonces visitar a su dentista, quien confirmará el diagnóstico y tratará la enfermedad. Este tipo de detección temprana está dirigida a prevenir complicaciones serias, como la pérdida de hueso.
Cualquiera puede utilizar esta nueva herramienta de diagnóstico, en cualquier lugar y en cualquier momento, sin equipamiento técnico alguno, tal como enfatiza Meinel.
¿Cómo funciona? En presencia de ciertas condiciones inflamatorias, comúnmente asociadas a la acción de bacterias, se activan en la boca unas enzimas específicas que degradan ciertas proteínas. En solo cinco minutos, estas enzimas descomponen también un ingrediente especial del chicle, liberándose entonces el agente responsable del sabor amargo. Este agente no se libera si no se dan las citadas condiciones inflamatorias.
Fuente: NCYT