Se estima que 37 por ciento de las mexicanas diagnosticadas con cáncer de mamá está en riesgo de muerte. La razón es la metástasis o dispersión de la enfermedad a otros órganos, no el tumor en sus senos, lo que representa la segunda causa más grande de mortalidad en países de Latinoamérica.
De los carcinomas mamarios que afectan a la mujer, el triple negativo es de los más peligrosos, pues no responde a los tratamientos convencionales y las pacientes recaen, lo que resta posibilidades de sobrevivencia. Pero una investigación realizada en el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE) abre nuevas esperanzas.
La doctora Patricia Juárez Camacho, de ese centro del Conacyt, ha identificado un conjunto de moléculas capaces de disminuir el crecimiento y la migración de las células responsables de este tipo de neoplasias. El hallazgo es resultado de diez años de trabajo, en los que ha caracterizado nuevos inhibidores que restan a las células cancerígenas la capacidad de crecer y adherirse al hueso.
Por el trabajo y por su trayectoria, la doctora Juárez Camacho recibió en 2016 el reconocimiento Rising Star de la Sociedad Americana para la Investigación en Huesos y Minerales (ASBMR, por sus siglas en inglés).
Para convertir dichas moléculas en una opción viable de tratamiento, la investigadora explora distintos materiales para generar nanopartículas que lleven la sustancia directamente a las células enfermas. Esto evitará los efectos secundarios de los tratamientos actuales, como el daño al tejido cardiaco o las células nerviosas, entre otros.
El diseño de las nanoparticulas para conducir el fármaco lo realiza con apoyo de especialistas del Centro de Nanociencias y Nanotecnología de la UNAM.
En el caso de las mujeres mexicanas, el cáncer de mama triple negativo representa 23 por ciento de los casos de cáncer mamario. Por ello, este proyecto representa una oportunidad para hacer algo por nuestra gente, indicó.
La especialista cuenta con financiamiento del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), instancia a la que deberá entregar en 2018 pruebas científicas de que las moléculas funcionan y pueden ser transportadas en nanopartículas.
Actualmente, ya cuenta con pruebas in vitro que demuestran la efectividad de las moléculas, aunque continuará con su caracterización; al mismo tiempo que comienza pruebas en animales de laboratorio.
Fuente: Agencia ID