Llevar una dieta saludable requiere renunciar a varias cosas: un exceso de grasa o de azúcar pueden hacer que tu peso aumente más de la cuenta, pero no son las únicas culpables. El consumo de una mayor cantidad de sal puede dañar tu cerebro, además de la de sobra conocida hipertensión asociada a las dietas hipersódicas.
El efecto negativo de una dieta rica en sal sobre el cerebro ha quedado demostrado en varias ocasiones, aunque en el último experimento los científicos han ido más allá, probando que la reducción de la capacidad cognitiva se produce incluso cuando no hay hipertensión, algo totalmente desconocido hasta ahora.
Se consideraba que la pérdida de memoria o agilidad mental no era consecuencia directa del abuso de la sal en la dieta, sino de la hipertensión provocada por la misma, es decir, un efecto indirecto. Ahora se ha estudiado la reacción en ratones a una dieta que multiplica varias veces el consumo recomendado, probando que ambas cosas ocurren de forma independiente.
Los ratones utilizados para este experimento han ingerido hasta 16 veces más sal de la que sería recomendable para su tamaño, cantidad que se asemeja a la consumida por los humanos que más abusan de este aditivo. En países como España es precisamente uno de los problemas identificados por doctores y nutricionistas, un elevado consumo que hace que la presión arterial se dispare.
En apenas tres semanas de dieta hipersódica, los animales comenzaron a mostrar daño severo en su capacidad cognitiva, con problemas para reconocer ciertos objetos o para resolver puzzles y salir de laberintos, algo que antes no ocurría. Incluso se mostraron incapaces de reaccionar a los movimientos de sus propios bigotes, uno de los instintos de supervivencia más marcados en su especie.
Que esto ocurre en mayor o menos medida en humanos es algo que ya sabíamos, con reflejos más lentos o pérdida de memoria entre sus efectos, daños irreversibles que afectan a la calidad de vida de la población a largo plazo. Por si fuera poco, las dietas ricas en sal suelen ir acompañas de grandes cantidades de azúcar y grasa, completando un triángulo nutricional devastador para el organismo.
Fuente: GalarScience