El doctor Fabián García Nocetti, especialista del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y Sistemas (IIMAS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), desarrolló un dispositivo que mide con precisión el flujo sanguíneo en pacientes tras el retiro de un aneurisma.
Un aneurisma cerebral es una protuberancia en la pared de un vaso sanguíneo y provoca dilatación del flujo de sangre en la arteria; las consecuencias de estos pueden ser infartos o derrames cerebrales.
El dispositivo –denominado sistema doppler bidireccional para la medición del flujo sanguíneo– opera mediante ondas ultrasónicas, las envía hacia el flujo sanguíneo en el cerebro después de realizar una cirugía para retirar un aneurisma cerebral.
El diseño del dispositivo es parecido a un gabinete con un monitor en la parte superior, de ahí se extiende un cable con la terminal que realiza la medición; su creador aseguró que es portátil, lo que lo hace más práctico para que lo puedan usar más médicos.
Según un artículo de investigación del Centro Médico Nacional La Raza del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), las causas de este padecimiento incluyen trastornos degenerativos o adquiridos y son lesiones típicas de los adultos, con pico de presentación entre los 40 y los 60 años.
Aproximadamente cinco por ciento de la gente tiene un aneurisma en el cerebro, pero solo un pequeño número de estos aneurismas causa síntomas o ruptura.Los factores de riesgo incluyen:
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El dispositivo funciona mediante un sistema que envía los datos –en tiempo real– de flujo sanguíneo del cerebro a un monitor y permite a los neurocirujanos determinar si la irrigación en el cerebro del paciente es la adecuada y confirmar un procedimiento quirúrgico exitoso.
Esto es posible gracias a que el dispositivo analiza el cambio de frecuencia desde un receptor fijo, con respecto a una fuente de emisión en movimiento de ultrasonido hacia las partículas sanguíneas. Esto permite conocer la velocidad del flujo sanguíneo después de la operación.
“Los aneurismas se pueden presentar de diversas formas. La forma más común en que se presentan es el aneurisma sacciforme; en estos casos, se forma un especie de saco, por lo que el flujo de sangre se altera”, explicó García Nocetti en entrevista con la Agencia Informativa Conacyt.
Este problema puede provocar derrames cerebrales cuando la sangre comienza a filtrarse tras quebrarse la arteria y, en muchas ocasiones, provoca la muerte debido a la cantidad de sangre que se pierde.
La reparación endovascular del aneurisma y el clipaje del aneurisma son los tratamientos quirúrgicos que existen para atender el problema; sin embargo, los médicos después de realizar el procedimiento no pueden saber si el flujo de sangre es el normal.
Para los médicos es necesario esperar la respuesta del paciente y asegurarse de que la operación fue exitosa. El nuevo dispositivo permite a los cirujanos corroborar que el flujo sea el correcto antes de finalizar el procedimiento.
Según información de la Fundación para la Cobertura del Aneurisma Cerebral (Fucac), de 10 a 15 por ciento de los pacientes que han sufrido la ruptura de un aneurisma cerebral corre el riesgo de muerte inmediata antes de llegar a la sala de emergencias y más de 50 por ciento podría fallecer dentro de los primeros 30 días posteriores de producido el accidente cerebrovascular.
Efecto doppler en el quirófano El dispositivo para neurocirugías desarrollado en la UNAM actúa bajo el efecto doppler, por lo que basa la medición en que la frecuencia media instantánea de la señal doppler es directamente proporcional a la velocidad media instantánea del flujo sanguíneo. |
Fuente: Agencia Informativa Conacyt