“Cuando volví a la Administración de Drogas y Alimentos de EEUU (FDA) el año pasado, me quedó inmediatamente claro que abordar el consumo de tabaco era una de las acciones más importantes que podía tomar para mejorar la salud pública”. Con estas palabras, el director de la FDA, Scott Gottlieb, anunciaba hace apenas unos días un ambicioso plan para tratar de reducir el número de fumadores en su país.
Su idea es obligar a las tabacaleras a reducir la cantidad de nicotina en los cigarrillos a niveles no adictivos. Esta propuesta ya había sido avanzada el pasado mes de junio y tras el anuncio se produjo una importante caída en el valor de bolsa de las tabacaleras estadounidenses.
En esta ocasión, Gottlieb ha anunciado algunas medidas más concretas, como reducir la cantidad de nicotina de los cigarrillos a un tercio de la actual, pasando de los aproximadamente 1,5 miligramos de nicotina por cigarrillo hasta unos 0,5 miligramos.
La nicotina es el compuesto que hace que los cigarillos sean adictivos y, según la propia FDA, este cambio provocaría que 5 millones de personas dejaran de fumar en el primer año y disuadiría a 33 millones de personas de consumirlo para el 2100, con lo que las tasas de tabaquismo bajarían desde el 15% actual hasta el 1,4%.
El tabaco mata a la mitad de sus consumidores
Según la Organización Mundial de la Salud, el tabaco mata hasta a la mitad de sus consumidores, lo que supone más de 7 millones de muertes al año, casi medio millón en EEUU. Además, solo en el país norteamericano, el consumo de esta droga cuesta casi 300 mil millones de dólares al año en atención médica directa y pérdida de productividad.
Conseguir tabaco con una menor cantidad de nicotina es algo relativamente sencillo, ya que esta sustancia es soluble en agua y se podría eliminar en gran medida simplemente remojando las hojas de tabaco.
Además, técnicas más modernas, incluyendo la ingeniería genética, permiten que sea posible fabricar cigarrillos con un nivel de nicotina específico. De hecho, ya en los años 80 varias compañías lanzaron marcas de cigarrillos con poca nicotina, como los Next, fabricados por la tabacalera Philip Morris.
Estudios anteriores ya han mostrado que reducir el contenido de nicotina del tabaco disminuye su potencial adictivo. Incluso una investigación publicada el pasado año demostró que esto también es cierto para las poblaciones más vulnerables, como individuos con trastornos psiquiátricos o con problemas por el uso de opioides.
Sin embargo, no todos los especialistas ven con buenos ojos esta medida, ya que, si bien es cierto que los que comiencen a fumar tabaco con bajo contenido en nicotina no tendrían problemas para dejarlo, los fumadores que ya son adictos podrían terminar consumiendo más cigarrillos para saciar su necesidad de esta sustancia.
A pesar de los posibles inconvenientes, Gottlieb considera que el esfuerzo por reducir el potencial adictivo de los cigarrillos merece la pena. “Creemos que este enfoque sin precedentes para la regulación de la nicotina no solo tiene sentido, sino que también nos ofrece la mejor oportunidad para lograr una mejora significativa de la salud pública”.
Fuente: Tecnoxplora