Los ingenieros de hospital lo tienen claro: el nivel de inversión en tecnología e instalaciones de los centros sanitarios no debe ser algo fijo, sino que esté integrado en el presupuesto. Además, señalan que los profesionales de los centros deben estar implicado en el uso de estos recursos.
Así lo han puesto de manifiesto tanto Andrés Gómez, vocal de la Comisión de Ingeniería Médica y Sanitaria del Colegio de Ingenieros Industriales de Madrid (COIIM) y Rodrigo Molina, tesorero de Sistema Español de Notificación en Seguridad en Anestesia y Reanimación (Sensar) durante el VII Encuentro Global de Ingeniería Hospitalaria, un evento organizado por Sanitaria 2000, empresa editora de Redacción Médica; auspiciado por la Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria (AEIH); patrocinado por Carburos Médica y en el que han colaborado Camfil, C+G Técnica y GEE.
Pero actualmente existen diferencias entre los centros hospitalarios españoles y es por ello que no existe un adecuado nivel de esfuerzo por parte del Sistema Nacional de Salud (SNS) a la hora de inyectar presupuesto a la tecnología, tanto para la adquisición como para su mantenimiento, tal y como han puesto sobre la mesa los expertos de esta mesa, moderada por Carlos Jiménez Alonso, vocal de la Junta de Gobierno del COIIM y presidente de la Comisión de Ingeniería Médica y Sanitaria de la misma organización.
“No es lo mismo la situación que vive un hospital, donde ha tenido una renovación progresiva de sus equipamientos, con otro que ha sido poco pedigüeño y no se ha puesto al día”, ha manifestado Gómez. “Debe haber sintonía en todas las regiones y trabajar, más o menos, de la misma manera, para que no existan estas diferencias”, ha asegurado.
Guía de Gestión y Mantenimiento de Electromedicina
Conscientes de este problema, el sector de la Ingeniería Hospitalaria ha reeditado una de sus ‘Biblias’: la Guía de Gestión y Mantenimiento de Electromedicina, un documento que marca las pautas al profesional sobre cómo manejar este tipo de equipamiento. Elaborada por el COIIM y por la Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria (AEIH), y en colaboración, entre otros, de Sensar, esta reedición pone el foco en la Dirección del hospital.
“El alma de esta guía es dar seguridad al paciente, ya que cualquier fallo, incide directamente en su asistencia y, por ello, como somos una organización que queremos velar por ello, Sensar se ha implicado desde el inicio en este proyecto”, ha asegurado Rodrigo Molina.
Una idea que comparte Andrés Gómez, quien además afirma que “se ha reeditado esta guía porque entendíamos que la primera era muy técnica y estaba enfocada más al ingeniero de hospital. Ahora, la idea es abrirla a los gestores y directores de los hospitales, tengan o no un perfil ingeniero”. Y añade: “Lo más importante de esta guía es que resalta cómo debe ser la adecuada planificación tecnológica dentro de un hospital, permitiendo renovar lo que está obsoleto y crecer en tecnología, no tanto en equipos, sino en calidad”.
Implicar sí o sí al profesional
Por su parte, Rodrigo Molina ha explicado la necesidad de implicar al profesional (médico, enfermero, ingeniero…) en el manejo y gestión de las tecnologías sanitarias que se vayan incorporando al hospital. “Es indispensable saber todas las utilidades que puede tener un equipamiento, no solo para conocer qué beneficios clínicos conlleva su adquisición, sino cómo se le puede sacar el mayor rendimiento en pro del paciente”.
Fuente: Redacción Medica