Las células parecidas a zombis que han dejado de dividirse en el cuerpo humano y se acumulan a medida que envejecemos, conocidas como células senescentes, continúan encontrándose en el centro de todo tipo de avances médicos. Un nuevo estudio ha explorado cómo estas células persistentes dañadas pueden influir negativamente en el comportamiento de las células grasas y ha demostrado cómo su eliminación puede aliviar los síntomas de la diabetes en ratones obesos.
Una de las formas en que las células senescentes pueden obstaculizar la actividad de las células sanas vecinas es alterando la forma en que procesan los azúcares y las proteínas, lo que puede provocar problemas con el metabolismo. Este nuevo estudio realizado por científicos de la Universidad de Connecticut buscó arrojar nueva luz sobre el papel que juegan estas células zombis en la diabetes tipo 2, una condición metabólica que afecta a alrededor de 34 millones de personas en los EE. UU.
Para hacerlo, los científicos centraron su atención en la resistencia a la insulina, un factor de riesgo importante para la diabetes tipo 2 por el cual las células del cuerpo no responden bien a la insulina y previenen la absorción de glucosa, lo que hace que se acumule en la sangre. La resistencia a la insulina está asociada con la obesidad y está presente en la mayoría de las personas con diabetes, por lo que los científicos utilizaron ratones obesos como modelo para arrojar nueva luz sobre esta relación.
Los experimentos revelaron que se había acumulado una población de células senescentes en el tejido graso de los ratones obesos y demostraron que eliminarlas de forma intermitente previene y alivia la resistencia a la insulina. El equipo también probó la capacidad de los fármacos senolíticos experimentales dasatinib y quercetina para eliminar las células senescentes en el tejido humano en el laboratorio, con gran éxito. En particular, este tejido donado de individuos obesos luego se trasplantó a ratones, donde desencadenó la resistencia a la insulina. Luego, los científicos pudieron usar el mismo cóctel de medicamentos para casi eliminar este efecto.
“Estos medicamentos pueden hacer que la grasa humana sea saludable, y eso podría ser genial”, dice el autor del estudio Ming Xu. “Los resultados fueron muy impresionantes y despejaron el camino para posibles ensayos clínicos”.
Los científicos dicen que la población de células senescentes en el centro del estudio expresa altos niveles de un inhibidor de quinasa dependiente de ciclina llamado p21. Donde la investigación anterior en esta área se había centrado en diferentes marcadores celulares, los científicos dicen que eliminar las células que expresan altos niveles de p21 produjo efectos tan fuertes para aliviar los efectos de la diabetes que la técnica merece más atención.
“Aunque estos resultados preclínicos fueron muy prometedores, los ensayos clínicos a gran escala son absolutamente críticos para examinar la eficacia y seguridad de estos medicamentos en humanos antes de su uso clínico”, dice Xu.