Un equipo de científicos de la Universidad de Granada (UGR) y la Universidad de Málaga (UMA) (España) ha ensayado con éxito, en cultivos de células tumorales de cáncer de mama, una nueva fórmula para administrar el fármaco paclitaxel transportándolo en nanopartículas desarrolladas a partir de la molécula denominada tripalmitina.
Los resultados de este trabajo han sido publicados en la prestigiosa revista Scientific Reports, del Grupo Nature.
El paclitaxel (Taxol) al igual que otros agentes utilizados para el tratamiento de mujeres que padecen cáncer de mama, posee una limitada actividad sobre lascélula madre tumoralesque en muchos casos desarrollan mecanismos que las hacen resistentes a los efectos del tratamiento. Este fenómeno, conocido como resistencia a drogas, hace que la quimioterapia sea ineficaz y provoque la reaparición de la enfermedad. El desarrollo de nuevas fórmulas para la administración de los agentes antitumorales es una vía de investigación esencial para mejorar la respuesta de los pacientes al tratamiento.
La labor de investigación liderada por el Dr. José Carlos Prados, catedrático del departamento de Anatomía y Embriología Humana y miembro de Centro de Investigación Biomédica (CIBM) de la UGR y del Instituto de Investigación Biosanitaria ibs.Granada, y el Dr. Juan Manuel López Romero, catedrático del departamento de Química Orgánica de la UMA, ha sido desarrollada dentro de un Proyecto de Investigación de Excelencia dirigido por el profesor José Manuel Baeyens, catedrático del departamento de Farmacología y también miembro del CIBM de la UGR y del ibs.Granada.
El proyecto ha contado con la colaboración de investigadores del Instituto de Investigación Biosanitaria y el Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada.
Los estudios han demostrado por primera vez que el transporte de paclitaxel en un sistema de lípido sólidos basado en la estructura de la molécula tripalmitina, permite no sólo actuar con más eficacia sobre las células tumorales individuales y sobre los grupos de células tumorales (esferoides multicelulares) sino también sobre las células madre tumorales responsables de su reaparición tras un tratamiento inicial.
La biocompatibilidad de estas nanopartículas, tanto in vitro como in vivo, abre la puerta a su posible desarrollo para realizar experiencias en pacientes. Además, la posibilidad de dirigir las nanopartículas mediante su funcionalización permitiría ser más selectivos en el tratamiento de esta enfermedad y reducir sus efectos secundarios.
Fuente: UGR/DICYT