La Universidad Rice creó un implante en 3D que produce insulina para la diabetes tipo 1. Es el resultado de tres años de investigación, con la asesoría de la Fundación de Investigación en Diabetes Juvenil.
Los científicos liderados por Omid Veiseh y Jordan Miller utilizaron células beta productoras de insulina, a partir de células madre humanas, para crear el implante. Este detecta y regula los niveles de glucosa en la sangre, respondiendo con la cantidad de insulina necesaria.
La insulina es una hormona polipeptídica producida y secretada por las células beta de los islotes de Langerhans del páncreas. Su función principal es permitir la disposición de las células del aporte necesario de glucosa para los procesos de síntesis con gasto de energía.
Por tanto, la persona con diabetes no puede producir una cantidad suficiente de insulina, o no puede utilizar adecuadamente la insulina que produce. Al no haber suficiente insulina, o que las células no responsan, queda demasiada azúcar en el torrente sanguíneo.
Con el tiempo, como explican los CDC, esto genera problemas de salud graves, tanto en el corazón, la vista y los riñones.
Cuando la diabetes es tipo 1, el cuerpo no puede producir insulina. Si es tipo 2, el cuerpo no usa la insulina adecuadamente, imposibilitándose el mantenimiento del azúcar en la sangre a niveles normales.
El implante productor de insulina para la diabetes
Tanto Veiseh como Miller han trabajado durante casi quince años con biomateriales y técnicas de impresión de tejidos en 3D con vasculatura.
“Si realmente queremos recapitular lo que el páncreas hace normalmente, necesitamos vasculatura”, señala Veiseh en la nota de prensa difundida por Rice. “Ese es el propósito de este estudio. El páncreas tiene naturalmente todos estos vasos sanguíneos, y las células se organizan de maneras particulares en el páncreas ”.
“Jordan y yo queremos imprimir en la misma orientación que existe en la naturaleza”, agregó.
La meta de los científicos es demostrar que su implante puede regular adecuadamente los niveles de glucosa en la sangre. Trabajarán primero con ratones diabéticos por, al menos, seis meses.
Las células productoras de insulina estarán protegidas con una formulación de hidrogel desarrollada por Veiseh. El material, que ha demostrado ser eficaz para tratamientos encapsulares celulares en esferas del tamaño de una perla, cuenta con poros tan pequeños para evitar que las células de su interior sean atacadas por el sistema inmunológico.
Sin embargo, son lo suficientemente grandes como para permitir el paso de nutrientes e insulina.
El camino aún es largo, pero este primer paso es esperanzador para los pacientes con diabetes tipo 1.
Fuente: fayerwayer.com