Conocida como la “hormona del amor”, la oxitocina genera una sensación de cercanía con otras personas, una especie de empatía y conexión sobredimensionada. Por eso se libera durante el orgasmo, por ejemplo. O en parto.
Un pequeño ensayo clínico con un spray que libera oxitocina ha ofrecido interesantes resultados para las personas que sufren autismo.
Oxitocina
Algunos ensayos pequeños han demostrado que la hormona oxitocina mejora las habilidades sociales en las personas con autismo y otros no han demostrado ningún beneficio. Esto puede deberse a que sólo un subconjunto de personas con autismo responden al tratamiento.
En el nuevo estudio, los investigadores intentaron identificar este subconjunto. El mismo equipo mostró en 2014 que los niños con niveles relativamente altos de oxitocina en la sangre tienen mejores habilidades sociales que los que tienen niveles bajos.
Según Karen Parker, profesora asociada de psiquiatría en la Universidad de Stanford en California, y coatura de este estudio, este ensayo marca el primer intento exitoso de encontrar un marcador biológico que prediga la respuesta a la terapia.
Los investigadores reclutaron a 34 niños con autismo, de 6 a 12 años de edad. Los padres dieron a sus hijos un spray nasal dos veces al día durante cuatro semanas; 16 niños recibieron un spray que contenía oxitocina, y 18 recibieron un spray con placebo.
Los investigadores midieron los niveles de oxitocina en la sangre de los niños al inicio y al final del ensayo. Ellos evaluaron las habilidades sociales de los niños usando un cuestionario para padres llamado la Escala de Respuesta Social (SRS) y usaron otras pruebas para evaluar los efectos del fármaco sobre los comportamientos repetitivos y los niveles de ansiedad.
Basándose exclusivamente en puntuaciones de SRS, el tratamiento con oxitocina no condujo a una mejora estadísticamente significativa en las habilidades sociales. Pero cuando los investigadores construyeron un modelo estadístico que explicaba los niveles de oxitocina de los niños al comienzo del ensayo, entonces advirtieron que los niños que recibieron oxitocina mejoraron más en el SRS que los que recibieron placebo. Los niños con los niveles sanguíneos iniciales más bajos de oxitocina generalmente mostraron la mayor mejoría.
Algunos niños que recibieron el placebo también mostraron una mejora en sus habilidades sociales, porque tuvo lugar un aumento en los niveles de oxitocina durante el curso del estudio. Esto indica que simplemente participar en el estudio aumentó sus niveles de oxitocina.
Los niños tratados no mostraron disminución en los comportamientos repetitivos o la ansiedad, lo que sugiere que los resultados son específicos de las habilidades sociales.
Fuente: Xataka