Una nueva investigación realizada por científicos de Johns Hopkins Medicine confirma que las moscas de la fruta y los mosquitos son mucho más «inteligentes» de lo pensado hasta hoy: en promedio, los pequeños insectos cuentan con alrededor de 200.000 neuronas y otras células cerebrales. Esta carga neuronal les permite realizar múltiples procesos, incluso más que un superordenador.
Aunque sus cerebros son simples en comparación con los de los mamíferos, son capaces de trasladarse, encontrar comida y realizar otras tareas complicadas al mismo tiempo. Según una nota de prensa, los investigadores realizaron el recuento de las neuronas en los cerebros de la mosca de la fruta y de tres especies de mosquitos. La nueva investigación fue publicada en la revista Plos One.
Diferentes especies de insectos son utilizadas como modelos para investigar los mecanismos celulares y moleculares que hacen posible que un cerebro controle comportamientos sofisticados. Concretamente, el sistema nervioso de la mosca de la fruta (Drosophila melanogaster) ha sido ampliamente analizado por investigadores de todo el mundo con este propósito.
A pesar de esto, los investigadores a cargo del nuevo estudio descubrieron que no existían trabajos previos y experimentos destinados a determinar el número de neuronas que posee el cerebro de la mosca de la fruta. Más allá del dato numérico, la información es vital porque marca una referencia sobre la cantidad mínima de células cerebrales que probablemente se requieran para llevar adelante comportamientos complejos.
Insectos que nos sorprenden
La ciencia ya ha comprobado previamente las capacidades de procesamiento cerebral de los insectos voladores. Se ha verificado que pueden tomar decisiones rápidas y precisas, por ejemplo al momento de variar su rumbo en pleno vuelo. Logran hallar alimento y transportarse con relativa facilidad, como si un radar cerebral les permitiera tener un panorama de un entorno que, en función de su tamaño, parecería inmenso e inabarcable.
Para Christopher Potter, uno de los autores del estudio, las moscas y los mosquitos pueden realizar un gran número de procesamientos en forma coordinada, «incluso más que un superordenador», destacó el investigador. En la actualidad, los superordenadores más avanzados son capaces realizan más de mil billones de operaciones por segundo.
Diminuta inteligencia
¿Cómo lograron los especialistas realizar el recuento de neuronas en cerebros tan diminutos? Para alcanzar su objetivo, los científicos realizaron una microdisección cerebral, obteniendo diferentes cortes de los cerebros. En esas secciones pudieron identificar células cerebrales y contarlas, un dato que les sirvió de referencia para posteriormente estimar con precisión el total de neuronas en toda la estructura cerebral.
De acuerdo a los resultados de este trabajo científico, la mosca de la fruta posee casi 200 mil células cerebrales, de las cuales el 90% son neuronas. Se estima que el resto son células gliales, que funcionan como soporte para las neuronas. En tanto, de las tres especies de mosquitos analizadas destaca la variedad Culex quinquefasciatus, que presenta casi 226 mil células cerebrales.
Quizás esta cantidad resulte insignificante para nuestros patrones, considerando que el cerebro humano contiene 86 mil millones de neuronas. Sin embargo, es más que suficiente para que estos pequeños insectos puedan realizar una gran diversidad de tareas al mismo tiempo, demostrando que pueden ser mucho más «inteligentes» de lo que pensamos.
Referencia
The number of neurons in Drosophila and mosquito brains. Joshua I. Raji and Christopher J. Potter. Plos One (2021).DOI:https://doi.org/10.1371/journal.pone.0250381