a Unión Europea ha declarado la guerra a los distintos tipos de cargadores. Pese a que las instituciones comunitarias llevan una década en búsqueda de un cargador universal, este verano apunta a la fecha definitiva para que sea una realidad, según un documento filtrado por la Comisión. Se trata de una iniciativa que fue respaldada el viernes pasado por una mayoría muy amplia en el Parlamento Europeo, pero que se ha topado con la oposición de Apple. Su cargador exclusivo Lightning queda fuera de los planes que tiene Europa para encontrar una solución universal.
Aparte de ayudar a que los usuarios dejen atrás diferentes cables, la Comisión entiende que también ha llegado el momento de reducir el impacto medioambiental de la tecnología. Estima en 51.000 toneladas al año la basura electrónica generada por cargadores ya obsoletos. Una posición secundada por fabricantes como LG, significado completamente a favor de los cambios propuestos. Para la compañía surcoreana, el estándar tiene que partir de la solución más empleada en la industria, que sería el USB-C (Apple solo lo utiliza desde 2018 en el iPad Pro). “Modificaríamos lo que fuera necesario para adaptarnos a un cargador universal, que ahorraría en el consumo de recursos” explica Nacho Ángel, director de comunicaciones móviles de LG España.
Esta última semana, la guerra de los cargadores ha vuelto a escena, aunque es una batalla que lleva librándose más de una década. Ya en 2009 las grandes tecnológicas, entre las que se encontraban Apple, Samsung y Nokia, se comprometieron a solucionar este problema. Empezaron a fabricar adaptadores y el resultado final es que, de las más de 30 conexiones disponibles en el mercado, solo han resistido tres: Lightning, USB-C y Micro USB. “Este enfoque ha demostrado que funciona. Esperamos que la Comisión continúe buscando una solución que no restrinja la capacidad de la industria para innovar y brinde nuevas tecnologías a los clientes”, apunta la organización fundada por Steve Jobs.
El diseño importa
La fiscalidad, la garantía de un solo año y las reparaciones de los móviles representan otras polémicas en las que Apple ha chocado con las instituciones comunitarias. El rechazo al cargador universal, aparte de por motivos económicos, guarda estrecha relación con la exclusividad en el diseño de sus dispositivos. Como explica De Haro, el cable Lightning es más fino, lo que les permite incluir más elementos en productos ya muy optimizados. “Esto no va solo de fabricar puertos nuevos. El estándar puesto encima de la mesa es hasta un 20% más grande, algo que afectaría tanto al hardware como a su línea de diseño”, zanja.
A falta de recorrer toda la lenta burocracia de Bruselas, en la que los países miembros tendrán la última palabra, las ventajas y la voluntad de los organismos europeos parecen muy claras después de tantos años. De Haro se muestra más escéptico ante los cambios que están por venir. No descarta que haya grandes compañías que adquieran una posición dominante y que los costes de adaptación sean elevados antes de generar cualquier tipo de valor. “Habría que valorar realmente si, más allá de la comodidad para los usuarios y la incomodidad para Apple, hay otros factores que justifican este cambio. Si el estándar está más o menos bien pensado, que no siempre ocurre, hacen la vida más fácil”, concluye.
En el seno de las decisiones comunitarias nadie comprendería que esta lucha se demorara más en el tiempo. Algunos eurodiputados han llegado a afirmar, en una evidente alusión a Apple, que retrasar todavía más la regulación situaría los intereses de una empresa por encima del de los consumidores europeos. “Existe la necesidad de adoptar urgentemente una norma sobre un cargador común. Tenemos que velar por que los ciudadanos no compren un nuevo cable con cada dispositivo nuevo”, recuerda el Parlamento.
Fuente:
Jorge G. García, J. G. G. (2020c, 3 febrero). Un cargador para todos los móviles, cada vez más cerca pese a la oposición de Apple. Recuperado 4 febrero, 2020, de https://retina.elpais.com/retina/2020/01/31/tendencias/1580485595_436799.html