En un futuro no muy lejano el check-in habrá pasado a la historia. Será posible embarcar con una lectura del iris de los ojos, casi no habrá empleados en el aeropuerto para atender al público y habrá un aluvión de datos que, bien gestionados, mejorarán la experiencia del vuelo.
Estos son los avances que se implementarán por el avance de nuevas tecnologías, algunas ya existentes y otras en desarrollo. Pero viajar en avión no volverá a ser lo mismo.
Robots
El empleado que asesora y guía a los usuarios en una aeropuerto está en vías de extinción. En las terminales de Taoyuan (Taiwán), Incheon (Seúl) y Múnich, entre otras, cuentan con robots que guían al viajero hasta el mostrador de facturación y le brindan la información necesaria sobre la puerta de embarque y el vuelo.
KLM cuenta con robots que llevan el equipaje de mano al pasajero hasta el avión
De esta manera agilizan la experiencia de facturación, eliminan las colas y hacen que los aeropuertos sean más eficientes.
Los robots permiten agilizar el servicio a los pasajeros.
Incluso los robots de la aerolínea holandesa KLM ‘Care E’ también llevan el equipaje a los pasajeros.
Biometría
El control de la identidad por medio de una lectura del rostro o del iris de los ojos ya es una realidad en varios aeropuertos: en el de Hartsfield-Jackson, en Atlanta, Delta cuenta con una terminal completa donde se embarca con esta tecnología.
El sistema de identificación biométrico permite agilizar rápidamente el embarque de los aviones.
Lufthansa lo probó con éxito en Los Ángeles para embarcar un A380 en 20 minutos, y en España hay 261 puntos de control biométricos en ocho aeropuertos.
[Para leer más: Los aeropuertos incorporarán controles biométricos en tres años]
Durante los próximos tres años el 77% de los aeropuertos y el 71% de las aerolíneas incluirán programas de identificación biométrica de los pasajeros, por lo que las colas para embarcar o controlar los pasaportes pasarán a la historia.
Una nueva realidad
La realidad aumentada y la virtual cambiarán –o ya lo está haciendo- el entretenimiento a bordo, la facturación de las maletas y la manera de guiarse en un aeropuerto.
Los viajeros pueden saber dónde está su puerta de embarque, un bar o la salida de una terminal con flechas y distancias que aparecen en la pantalla del móvil.
El personal del aeropuerto también puede utilizar la realidad aumentada para verificar fácilmente la identidad de un pasajero y evaluar el tamaño y peso de su equipaje.
[Para leer más: La realidad virtual entierra a las pantallas de entretenimiento]
Esta tecnología le sirve a los auxiliares de vuelo para ver si un pasajero tiene problemas de salud y poder atenderle antes de que sea tarde.
Control de equipaje por realidad aumentada.
En cuanto a la realidad virtual apunta a ser la nueva plataforma de entretenimiento, con contenidos donde el pasajero se sumerge en una experiencia de 360 grados, con películas, series o viajes irreales que pueden durar por horas.
Sin piloto
El piloto automático existe hace décadas, pero el desafío es que un avión pueda despegar y aterrizar sin asistencia humana. Los avances tecnológicos descartaron la figura del ingeniero de vuelo, y el próximo paso sería que solo haya un piloto.
“Los elementos básicos de la tecnología están disponibles, pero estamos estudiando cómo podemos combinarlos para desarrollar los algoritmos necesarios”, dijo el año pasado el vicepresidente de Boeing Mike Sinnett.
Boeing reconoce que se está desarrollando una tecnología que permita volar aviones sin asistencia humana
De hecho el fabricante norteamericano alguna vez lanzó la idea de que haya una tecnología donde los aviones vuelen sin control humano; o que a lo sumo un empleado en tierra pueda tomar los mandos en caso de emergencia, como si fuera un dron.
Boeing asegura que hay tecnologías que permiten prescindir de los pilotos.
Los gerentes de aerolíneas ven que la idea puede aportar una importante reducción de costes laborales, además de tener plazos de llegada más precisos, planificación de rutas y gestión del tráfico aéreo más seguro, y por lo tanto, un billete de avión más barato.
Pero los pilotos y sus sindicatos no quieren ni oír hablar de la idea. Y tampoco muchos pasajeros, que según revelan varios sondeos, no están dispuestos a subirse a un avión piloteado de manera automática.
Inteligencia artificial
Esta tecnología agiliza los procesos de reserva, permite atender consultas y minimiza el riesgo humano.
El uso de un chatbox generado por inteligencia artificial también puede ocuparse de cualquier pregunta inmediata que se le ocurra al usuario y responde mucho más rápido que el servicio de atención al cliente tradicional.
Iberia incorpora tecnologías vinculadas a la inteligencia artificial.
Enlazado con esta tecnología se encuentran los altavoces inteligentes, que permiten conocer vuelos, servicios de un aeropuerto, tiempos de viajes y otras informaciones con comandos de voz.
Iberia y Vueling, por nombrar a algunas aerolíneas españolas, cuentan con aplicaciones para el altavoz Alexa donde agilizan la experiencia del usuario.
Esta tecnología se vincula con la información aportada por el Internet de las Cosas, que permitirá a las aerolíneas personalizar los servicios para sus usuarios, desde las preferencias en comidas hasta la intensidad de las luces o los programas de entretenimiento para el vuelo.
Fuente: Cerodosbe