En un esfuerzo orientado a optimizar la industria aeronáutica y a su vez consolidar a México como potencia en la producción de biocombustible para ese sector, diversas instituciones signaron un memorando de entendimiento que sienta las bases para la creación de un ecosistema científico y tecnológico denominado “Clúster Bioturbosina”.
Se trata del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), el Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (Ipicyt), Boeing y Aeroméxico, instituciones que constituirán una red colaborativa para detonar la investigación científica y la innovación tecnológica en materia de producción de biocombustible para el sector de la aviación.
Durante la firma del acuerdo, celebrada en las instalaciones del Centro Internacional de Instrucción de Aeropuertos y Servicios Auxiliares, el director adjunto de Desarrollo Tecnológico e Innovación del Conacyt, Luis Gabriel Torreblanca, declaró que la firma del acuerdo significa un esfuerzo para cambiar la matriz energética del país y encaminarla hacia las energías limpias.
Este acuerdo que se hizo, dijo, permite acercar las demandas internacionales de biocombustibles para la aviación a este consorcio. Asimismo, detalló que el objetivo de hacerlo radica en que conocer esas demandas permitirá trabajar en la creación de soluciones científicas y tecnológicas que permitan satisfacerlas.
El director general del Ipicyt, Alejandro Ricardo Femat Flores, subrayó que el proyecto agrupa diez instituciones científicas de investigación y cuatro empresas, todas coordinadas por el Conacyt. Destacó, entre los objetivos primordiales, la construcción de cuatro plantas piloto que tendrán la encomienda de producir entre cinco mil y 11 mil litros de bioturbosina a partir de biomasa.
Radiografía del Clúster Bioturbosina
Al desmenuzar los elementos más relevantes del Clúster Bioturbosina, el ingeniero Alfredo Ramos, integrante del proyecto por parte del Ipicyt, destacó que participan 10 centros asentados a lo largo y ancho del territorio nacional. “Estas instituciones dividen su participación en el clúster en tres grandes áreas que son: obtención de la biomasa, proceso de transformación y mercado de aviación (ala del avión)”.
Añadió que la misión del consorcio es integrar esfuerzos, capacidades y recursos, desarrollar la mayor cantidad de líneas de investigación de calidad, así como tecnologías de alto impacto. Asimismo, desarrollar y validar tecnologías que optimicen el aprovechamiento de la biodiversidad biológica existente en México para la producción sustentable de biocombustible y desarrollar talento y capital humano capaz de desarrollar e implementar tecnologías.
Finalmente, mencionó que la misión principal del consorcio radica en ser reconocido como líder nacional e internacional en investigación aplicada, desarrollo e investigación tecnológica para la producción de la bioturbosina, además de impulsar el desarrollo económico del país y promover un campo mexicano más productivo.