Los dispositivos médicos diseñados para residir en el estómago tienen diversas aplicaciones, como el suministro prolongado de fármacos, la vigilancia electrónica de patologías y ciertos tratamientos para perder peso. Sin embargo, estos aparatos, creados a menudo con polímeros elásticos pero no degradables, acarrean un riesgo inherente de obstrucción intestinal como resultado de una fractura o migración accidentales.
Debido a ello, normalmente son diseñados para permanecer en el estómago durante un tiempo bastante limitado. Ahora, investigadores del Instituto Koch, dependiente del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts), junto con colegas del Hospital General de Massachusetts (MGH), ambas entidades en Estados Unidos, han creado un polímero que resuelve este problema de seguridad.
Tal material podría permitir el desarrollo de dispositivos de larga duración que residan en el estómago, incluyendo cápsulas suministradas oralmente que puedan liberar fármacos a lo largo de una serie de días, semanas o potencialmente meses después de una única administración.
Este polímero desarrollado y probado por el equipo de Shiyi Zhang, Giovanni Traverso y Robert Langer, es es estable en el entorno ácido del estómago pero se disuelve en el pH casi neutro del intestino delgado, permitiendo un paso seguro a través del resto del tracto gastrointestinal.
Asimismo, también es elástico, lo que permite la compresión y plegado de los dispositivos para hacerles caber dentro de cápsulas fácilmente ingeribles, lo que significa que este polímero puede ser usado para crear dispositivos seguros para una permanencia extremadamente prolongada en el estómago