La idea de un robot “madre” capaz de fabricar sus propios hijos artificiales parece un completo despropósito, pero eso es exactamente lo que ha creado un equipo de investigadores de la Universidad de Cambridge. Han programado un robot para que fabrique otros robots y no solo eso, sino que aprende de sus errores para hacerlos cada vez mejor.
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Muchos temen un futuro en el que las máquinas nos arrebaten los puestos de trabajo.
En otras palabras, los investigadores han creado, a un nivel muy rudimentario, un sistema de evolución artificial. El robot “madre” (un brazo robótico en realidad) está programado para seleccionar de uno a cinco pequeños cubos motorizados y diseñar un pequeño robot capaz de moverse. A lo largo de cinco rounds, el robot ha dejado intacto el robot que más distancia recorría en menos tiempo, y ha introducido mutaciones en los ejemplares menos aptos para probar nuevas configuraciones.
“La evolución se basa en la reproducción y el análisis de los nuevos ejemplares de una especie. Prueba y error.” explica el doctor Fumiya Iida, del departamento de ingeniería de la Universidad de Cambridge. “Eso es esencialmente lo que hace este robot. Las máquinas están preparadas para producción en masa, pero nosotros queremos estudiar robots capaces de ser creativos e innovar.”