Investigadores de la Universidad de Deusto, el Hospital Universitario de Cruces, las universidades de Nantes y Bretagne Loire (Francia) y la Universidad de Valladolid (España) han desarrollado una aplicación para iOS cuyo fin último es detectar factores de riesgo cardiovascular en pacientes asintomáticos.
A partir de tres sensores, monitorizan la frecuencia cardiaca, la temperatura corporal, la presión arterial, la saturación de oxígeno y los pasos caminados por el usuario. Paralelamente, registran información sobre su dieta y actividad física. Se trata además de aumentar la conciencia de la población sobre la importancia de adoptar hábitos saludables.
La enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte y uno de los principales motivos de discapacidad en los países desarrollados. En España, supone el principal motivo de ingreso hospitalario, con más de 5 millones de casos anuales y, según datos de 2015, origina más de 250 muertes por cada 100.000 habitantes. Estos datos ofrecen una idea del problema de salud pública que supone la enfermedad cardiovascular y sus afecciones secundarias, que ya afectan al 37 por ciento de la población mayor de 35 años.
Según los investigadores que han desarrollado el estudio, publicado en la revista ‘Journal of Medical Systems’, promover la prevención primaria es el principal desafío que debe encarar la sociedad para controlar esta epidemia del siglo XXI. Y las nuevas tecnologías pueden ser un aliado perfecto. “Los últimos avances en comunicaciones móviles y las tecnologías inalámbricas han abierto nuevas posibilidades en el campo de la salud móvil”, señalan.
En el mercado hay ya diversas aplicaciones que buscan mejorar la salud cardiovascular, pero se dirigen fundamentalmente a la sensibilización de los ciudadanos o a la monitorización de las terapias. “Nosotros implementamos una aplicación que incluye ambos métodos. Hace que el usuario sea consciente del problema recopilando información sobre su dieta y actividad física y también lo telemonitoreamos mediante varios sensores fisiológicos”, detallan. Todos los datos se guardan en un servidor y han desarrollado una web para que los médicos puedan consultar la información sobre sus pacientes.
La solución implementada se basa en una aplicación iOS que permite la interpretación de los datos obtenidos a través de tres sensores que detectan variables relacionadas con el riesgo cardiovascular en pacientes asintomáticos. Estos datos son la frecuencia cardiaca, la temperatura corporal, la presión arterial, la saturación de oxígeno y los pasos caminados. La aplicación se conecta a los sensores a través de bluetooth 4.0 para monitorear la actividad del paciente. Los datos se graban en un iPad que los almacena y carga en un servidor, lo que permite su visualización en una web que los médicos pueden utilizar para monitorear a sus pacientes.
El sistema ha sido validado con 20 voluntarios sanos y 10 pacientes que presentaban una cardiopatía. Una vez que se obtuvieron las muestras, se realizó una comparación de todos los datos significativos y un análisis estadístico. Se observó, por ejemplo, una relación inversa entre el conteo de pasos diarios y la presión arterial alta.
“El objetivo es sensibilizar a la población en general sobre la importancia de evitar los factores de riesgo cardiovascular modificables y de controlar los factores no modificables. Se trata también de reducir los gastos de atención médica derivados de la incidencia y el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares, presentando una solución tecnológica para la prevención primaria”, insisten.
En la investigación, que ha sido financiada por el Gobierno Vasco, ha colaborado la profesora de la UVa Isabel de la Torre Díez. “Estamos tratando de obtener financiación a nivel nacional para ampliar el proyecto e incluir un sistema de ayuda a la toma de decisiones por parte de los médicos. La colaboración interinstitucional es fundamental para conseguir este tipo de proyectos”, subraya.
Fuente: Cristina G. Pedraz/DICYT