Es como la famosa capa de invisibilidad de Harry Potter, pero para ondas de radar. Su descubrimiento es obra de un equipo de investigadores de la Universidad de Iowa, en Estados Unidos, y su secreto no es otro que cápsulas de metal líquido.
A simple vista, el material es una lámina de silicona adornado con un patrón de anillos, pero ese estampado es precisamente lo que le otorga sus propiedades. Cada anillo es un canal de 2,5 mm de diámetro relleno de metal líquido, concretamente de una aleación de galio, indio y estaño llamada Galinstano.
Cuando una onda de radar choca contra esta pared de cápsulas anulares los anillos actúan como inductores y los huecos entre ellos como capacitadores, absorbiendo la señal de radar en lugar de permitiendo que rebote.
Cada diámetro de los anillos corresponde a una frecuencia determinada del radar. Por eso se ha usado metal líquido, modificando ligeramente el tejido, sus creadores pueden absorber un 75% de frecuencias en el rango entre los 8 y los 10 gigahertzios.
Los científicos de la Universidad de Iowa que han desarrollado el tejido reconocen que la idea podría adaptarse para que la tela absorba ondas del espectro visible y así crear una capa de invisibilidad real. El problema es que, para adaptar las geometrías al espectro de frecuencias de la luz habrá que construir el tejido mediante complejos procedimientos de nanotecnología.