A fin de ofrecer alternativas de rehabilitación para personas con problemas en extremidades inferiores y superiores de su cuerpo, un grupo de científicos pertenecientes a la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) en conjunto con investigadores de la Universidad Politécnica de la Zona Metropolitana de Guadalajara, innovó una tina inteligente de hidromasaje que, a partir de una computadora ofrece una recuperación personalizada según las necesidades del paciente al utilizar mecanismos como pedales, mancuernas y variación de temperaturas del agua.
Said Robles Casolco, doctor en ciencias de los materiales y quien se desempeña en la UAEM y lidera la investigación, explicó que la tina está acondicionada con una “camilla” que tiene como objetivo brindar seguridad al paciente al evitar caídas. Este mecanismo permite al paciente sentarse, elevarse, girar en una posición indicada y bajar a una velocidad controlada para sumergirse en el agua.
Una vez dentro de la tina y según las necesidades de rehabilitación, se programan los ejercicios a realizar para el usuario. Para ello, el sistema cuenta con una computadora que recolecta información y genera estadísticas de la persona a tratarse a fin de que un especialista indique las condiciones en que la tina tiene que trabajar. Dichos datos también son enviados vía correo electrónico y redes sociales para generar un historial médico.
“Se busca ofrecer una recuperación completa, por lo que si se trata de una rehabilitación de piernas la tina tiene pedales que pueden modificarse según las proporciones del paciente, son programables y a través de ellos se puede saber qué tanto se ha ejercitado de acuerdo a la fuerza que se ejerce al pedal. En caso de ser necesario un tratamiento para brazos, el sistema cuenta también con manubrios en los que pueden realizarse movimientos circulares a velocidades controladas y programadas; además de un sistema de resortes que sirven para ejercitar el tronco del cuerpo”, subrayó el científico egresado de la UNAM.
Cabe señalar que el desarrollo utiliza “hidrojets”, que son unas “bombas” que posibilitan la emisión de chorros de agua con la presión previamente programada en la computadora del dispositivo. Dicho mecanismo se complementa con un sistema que inyecta el vital líquido caliente y frío con el objetivo de lograr choques térmicos que permitirían que los músculos del paciente se dilaten, se activen y se logré así un ejercicio completo para cualquier región del cuerpo.
El desarrollo en el que participa también el doctor José Luis Reyes Barragán, se encuentra en proceso de patente, está hecho a partir de una aleación resistente a cambios de temperatura hecha a base de zinc, aluminio y plata llamada “Zinag” y además de la rehabilitación tiene como objetivo que estudiantes continúen con la investigación, por ello se cuenta con un prototipo dentro de la Universidad Politécnica de la Zona Metropolitana de Guadalajara.
Fuente: Agencia ID