De acuerdo a lo que se estima, con el ritmo actual de consumo, necesitaríamos los recursos de 1,6 planetas por año; y, en el caso de los alimentos, necesitaríamos producir el doble para alimentar a las casi 10 millones de personas que se calcula que habitarán en la Tierra para el 2050.
Algo que, de solo decirlo parece utópico; más aún si tenemos en cuenta que son alrededor de 800 millones las personas que en el mundo no tienen los alimentos suficientes para desarrollar una vida saludable.
Las respuestas frente a esta problemática son tantas como extrañas o innovadoras. Éste es el caso del proyecto Food from Electricity (o “Comida a partir de la electricidad”), desarrollado por un grupo de científicos de la Universidad Tecnológica de Lappeenranta (LUT) junto con el VTT Centro de Investigación Técnica.
El proyecto de origen finlandés implica la producción de una proteína mediante el uso de energía eléctrica. Para esto, mezclaron agua, dióxido de carbono y microbios, y lo expusieron a la electrólisis (proceso de descomposición química que se genera cuando una corriente eléctrica pasa a través de un líquido que contiene iones).
¿Cuál fue el resultado? Un material sólido cuya composición nutricional lo hace similar a los alimentos básicos. Por eso mismo, para los investigadores, este alimentos podría sustituir una cena. Posee 50% de proteínas, 25% de hidratos de carbono, y un 25% de grasas y ácidos nucleicos.
Además, los científicos señalaron que sería posible producir también otros alimentos de la misma manera, pero con nuevas texturas. De todas formas, por el momento el procedimiento demora dos semanas en producir un gramo de proteína, lo cual representa mucho tiempo si se piensa en ampliar la escala.
A favor
Quienes aplauden este desarrollo señalan que, a diferencia de la agricultura, este procedimiento no se ve modificado ni por la temperatura, la tierra, la humedad o cualquier otra condición. Tampoco precisa de sustancias sintéticas que controlen las plagas, como los agroquímicos; ni genera emisiones contaminantes.
Además, también señalan que puede usarse energía renovable, como la solar, para producir la electricidad. Incluso, según estiman, el proceso de creación de alimentos a partir de electricidad puede ser casi 10 veces tan eficiente como la fotosíntesis común.
En contra
Dos argumentos en contra ponen en duda estos beneficios. El primero hace foco en el modo de producción, resaltando que nada tiene de “natural” producir de esta manera, así como tampoco lo es el alimento que resulta de ello. Podrá tener todos los nutrientes que necesitamos, pero la comida es mucho más que eso, tiene que ver con la cultura así como con la relación del hombre con la naturaleza.
El segundo argumento cuestiona por qué en lugar de pensar en cómo producir más alimentos reparamos en los cerca de 1300 millones de toneladas que se pierde o desperdicia en todo el mundo, con lo cual se podría alimentar a 3 mil millones de personas.
Fuente: La bioguia