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Le gusta caminar por el campo, jugar críquet y andar en bicicleta. Es originario de Nueva Delhi, India, pero desde hace varios años reside en Toronto, Canadá. Se trata de Tanmay Bakshi, de 14 años, una de las mentes globales más brillantes en Inteligencia Artificial (IA) y Deep Learging; por ahora, es conferencista de TEDx, experto en algoritmos, asesor-desarrollador para Watson & Cognitive (IBM) y ya ha escrito un libro.
Su nada lejana infancia la pasó en Delhi, jugando con amigos y rodando en bicicleta por los campos cercanos a su casa. Desde sus primeros años, él mismo no recuerda si fue a los tres o cuatro años, se interesó en el trabajo de su padre, quien es ingeniero en sistemas computacionales. “Al verlo programar todo el día, al acercarme al mundo de la tecnología, fue que me fascinó todo esto. Mi madre también tiene conocimientos de programación; ambos me han ayudado mucho en mi desarrollo”, dice.
Actualmente estudia una combinación entre materias comunes que cualquier joven de su edad cursa a nivel secundaria, y materias vinculadas a programación, inteligencia artificial y machine learning a partir de electro encefalogramas y cadenas neuronales, “que es lo que más me apasiona por todo lo que significa y representa para la humanidad”, comentó Tanmay a Forbes durante el Primer Foro de Colaboración Industria-Comercio GS1 México.
Tanmay no cree tener habilidades especiales o diferentes a las de jóvenes de su edad y no fue en un momento específico que se dio cuenta de éstas; sin embargo, ha desarrollado programas desde los seis años y a los siete subió a la red varios videos tutoriales de programación y desarrollo en web.
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Su primer programa complejo lo hizo a los nueve años de edad. De hecho, fue una aplicación aceptada en Apple Store que enseñaba a multiplicar; a los 11 comenzó a trabajar de lleno en IA. Antes de esa edad veía todo como un hobbie, como algo que lo apasionaba, “pero nada más”.
Justo pasados los 11 años publicó un libro para niños llamado “Hello Swift”, que enseña a desarrollar aplicaciones para el sistema iOS, a partir del lenguaje Swift, pero no se quedó ahí: tenía la sensación de que la tecnología podía dar más que simples programas y se enfocó de lleno en el machine y en el deep learning.
La tecnología por los juguetes
Tanmay lee mucho. Ha leído casi todos los libros y papers publicados en el mundo acerca de la IA; prefiere esos temas a las novelas o las obras de los premios Nobel. Le gusta la música pero no la que tradicionalmente escuchan niños de su edad. Él prefiere a Mozart, Beethoven o Mahler sobre One Direction o Katy Perry. De hecho, a finales del año pasado Tanmay Bakshi tomó 69 sonatas para piano de Mozart y 114 de Beethoven para que, a partir de Inteligencia Artificial, se creara una nueva música. “No fue para crear nuevos Mozart o nuevos Beethoven mejores que los originales, sino que la IA y las máquinas aprendieran a crear algo a partir de lo que hicieron esos grandes músicos”.
Admira a personajes como Steve Jobs, Elon Musk o Bill Gates “por la pasión y dedicación que pusieron en lo que hicieron, pero en particular admiro a Musk, que a partir del potencial que vio en los autos inteligentes creó un concepto disruptivo, lo que admiro es que todos ellos dijeron ‘nosotros podemos hacerlo’”.
Tanmay desarrolló además una aplicación que enseña a programar y hacer aplicaciones de la manera más sencilla que existe en el mercado. “Se trata de que la gente aprenda todo lo que yo he aprendido y pueda hacer sus propias aplicaciones para cualquier cosa o actividad en la vida”, comentó.
Tanmay platica la historia de cómo llegó a IBM y cómo es que ahora es buscado por la ONU para dar conferencias sobre IA como si hubiera hecho una travesura. “En noviembre de 2015 vi un documental de I Watson de inteligencia artificial, específicamente de la máquina de preguntas y respuestas de Watson IBM. Me cautivó de inmediato. Me dediqué a realizar mi propio desarrollo que bauticé: Pregúntale a Tanmay”.
El error de Watson
Como algunos saben, Watson es un sistema de IA capaz de responder preguntas formuladas en lenguaje común y corriente desarrollado por IBM; el abuelo de Watson, llamado Deep Blue, fue el que se enfrentó hace más de dos décadas al entonces campeón de ajedrez Gari Kasparov.
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“Posteriormente descubrí, por medio de un Sister Service, que el desarrollo de conversión de documentos de Watson IBM tenía un error. Les escribí a su página pero no hubo respuesta en dos día, entonces lo publiqué en su Twitter y fui contactado por personal de IBM. Estaban muy confundidos por lo que estaba pasando, el jefe de tecnología de Watson IBM era Rob High”.
A partir de ese hecho, el jóven de 14 años se ha convertido en una especie de vocero de Watson IBM para hablar de IA en distintos foros y conferencias, y es una especie de asesor de Rob High en temas de AI y Deep Learning. Este niño fue premiado en 2017 con el galardón Knowledge Ambassador Award. Le fue otorgado por el Rey de Dubai, Mohammed Bin Rashid Al Maktoum, durante el Knowledge Summit 2017en Dubai; es líder del área de IBM Cloud y consejero honorario de IBM Cloud.
La singularidad no es el fin
Singularidad es el punto de no retorno, cuando las máquinas tomen el control de todo y funcionen por sí mismas, es algo muy cercano a lo que vemos en filmes como Terminator u Odisea 2001, pero Tanmay no es tan pesimista.
“Películas como Odisea 2001 o Terminator fueron creadas antes de que supiéramos realmente qué era la inteligencia artificial, por ello tenemos una concepción falsa de ésta, lo que yo creo es que la singularidad no es el centro de todo o simplemente es imposible que se dé por la manera en que opera la tecnología, es imposible que se le otorgue consciencia a una máquina o que auto cree una máquina individual independiente de una programación. Si nos ponemos a pensar, la inteligencia artificial no es realmente inteligencia, es solo un grupo de funciones matemáticas y algoritmos”.
El joven aceptó, sin embargo, que la IA podría ser peligrosa. “Sobre todo si es utilizada por gente mala para hacer cosas malas”. Hay muchas cosas para discutir desde conflictos morales, pero estos siempre se han dado desde que existió la rueda, por ejemplo, comenta.
“Es una mala concepción la que tenemos al pensar que la tecnología nos va a reemplazar y ya no vamos a ser necesarios, pero eso no es verdad. La AI es creada por nosotros mismos para aumentar nuestras propias capacidades, para hacerlas cosas de manera más eficiente y precisa”, concluyó Tanmay Bakshi, quien por lo pronto no tiene pensado crear su propia empresa, eso lo hará en un futuro tan lejano como en 12 o 24 meses.
*El autor es periodista de negocios.
Fuente: FORBES
Por Oscar González Escárcega*