La entrada en operación del Telescopio de Apertura Esférica, el lanzamiento de un satélite cuántico y las misiones de Shenzhou-11 y Tiangong-2, parte de los avances de 2016
Con una serie de avances científicos alcanzados el año pasado, China ha marcado el comienzo de 2017 intentando ser uno de los países innovadores más importantes del mundo.
En su discurso del Año Nuevo, el presidente chino, Xi Jinping, habló de muchos éxitos científicos y tecnológicos logrados en 2016, como la entrada en operación del Telescopio de Apertura Esférica de 500 metros (FAST, por sus siglas en inglés), y el satélite Wukong, explorador de partículas de materia oscura (Dampe), el cual ha estado en órbita un año.
También mencionó el lanzamiento de un satélite cuántico y las misiones espaciales de Shenzhou-11 y Tiangong-2.
Hemos logrado avances, además de definir una serie de regulaciones y un sistema de garantía de calidad. También hemos creado un grupo joven y capaz, señaló Li Jian, director del Centro de Control Aeroespacial de Pekín.
El FAST, el mayor radiotelescopio del planeta, entró en operación en septiembre pasado en el suroeste de China para observar el espacio y buscar vida extraterrestre.
El telescopio podrá ayudar al ser humano a entender mejor el origen y la estructura del universo y acelerar la búsqueda de vida más allá de la Tierra.
Detector de materia oscura
El primer satélite de detección de materia oscura de China, Wukong, por el nombre en chino mandarín del personaje del Rey Mono de la obra clásica china Viaje al Oeste, fue enviado al espacio en diciembre de 2015 para buscar señales de materia oscura, que es invisible, pero representa la mayor parte de la masa del universo, según los científicos.
El satélite cuántico fue lanzado al espacio en agosto con el fin de interceptar comunicaciones cuánticas mediante la transmisión de claves indescifrables desde el espacio hasta la Tierra.
La aeronave Shenzhou-11 fue lanzada el 17 de octubre y se acopló dos días después con el primer laboratorio espacial chino, Tiangong-2, donde dos astronautas vivieron por 30 días, el tiempo más largo que los astronautas chinos se han quedado en el espacio.
Además de la tecnología espacial, China ha experimentado éxitos extraordinarios en otros campos de vanguardia en 2016.
En junio, el nuevo sistema de supercomputación de China, Sunway-TaihuLight, fue reconocido como la computadora más rápida del mundo en la Conferencia Internacional de Supercomputación celebrada en Alemania.
En septiembre se abrió un banco genético nacional con más de 10 millones de muestras biológicas para investigar sobre la salud humana y conservar la diversidad biológica global.
Aparte de los sectores de vanguardia, la fuerza innovadora del país también se ve en las compañías individuales en todos los campos.
Según un informe publicado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (WIPO, por sus siglas en inglés), China se ubica en el primer puesto del mundo en cuanto a las solicitudes de patentes, al recibir más de un millón de pedidos en 2015.
China se encuentra entre las 25 mayores economías innovadoras del mundo en el índice global en la materia emitido por la Universidad Cornell, INSEAD y WIPO en agosto.
“Eso concuerda con todos los desarrollos que hemos observado en China en los años recientes, incluido el uso de la innovación como un componente principal en la transición de la economía china desde ‘Hecho en China’ hasta ‘Creado en China”’, señaló Francis Gurry, director general de WIPO.
China, una nación determinada a buscar el desarrollo impulsado por la innovación, está dispuesta a hacer mayores avances.
Según una directriz dada a conocer en mayo, el país dará tres pasos importantes para alcanzar el desarrollo impulsado por la innovación.
Será una nación innovadora en 2020, un líder internacional en la innovación en 2030 y una potencia mundial de innovación científica y tecnológica en 2050, según señala el documento.
Enero 2016
Fuente: La Jornada