Al mencionar la palabra “robótica”, muchas personas piensan en máquinas sofisticadas, con forma humana y en tecnología muy avanzada, pero rara vez se asocia este término con niños o con su aprendizaje. Esto se debe a la percepción de que la robótica es un tema demasiado complejo para que un infante pueda comprenderlo, o que las ciencias les pueden resultar aburridas.
Enseñanza de la robótica a los niños
Lo cierto es que hoy en día los niños tienen un contacto cada vez más cercano y a edades más tempranas con tecnología que, hasta hace apenas unos años, ni siquiera era imaginable. Por ello es de gran impacto comenzar a pensar en la robótica como una materia extra clase en la cual deseen involucrarse. RobotiX, movimiento educativo que empodera a los niños a través de la enseñanza de la ciencia y la tecnología, enlista 7 beneficios de instruir a niños y niñas en el mundo de la robótica.
- Es una actividad con la que se divierten. Los niños son curiosos por naturaleza, pues están en una etapa de descubrir el mundo, y conocer nuevas cosas les provoca entusiasmo. Una clase de robótica les permite participar en una actividad lúdica, en la que pueden ser creadores y no simplemente limitarse a ser usuarios de la tecnología. Es una oportunidad de que saquen provecho a esa curiosidad mientras se divierten aprendiendo.
- Fortalece su creatividad. Más allá de sólo enfocarse en el aprendizaje teórico, al tomar una clase de robótica, los niños deben partir de un problema e idear una solución al mismo, así como desarrollarla hasta el final, lo cual fomenta su creatividad. Cada problema planteado es diferente y pueden existir diferentes soluciones al mismo, por lo que la búsqueda de respuestas los invita a explorar nuevas posibilidades y pensar “fuera de la caja”.
- Los prepara para el futuro. La robótica se enmarca en el modelo de las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés), las cuales están teniendo un repunte y una demanda mayor durante la última década debido a los avances tecnológicos que exigen más profesionistas en esta área. Sin embargo, no sólo impulsa a los niños a seguir este rumbo profesional, sino que fortalece sus habilidades de raciocinio, que les serán de utilidad en cualquier área de las ciencias o humanidades que les sea de mayor interés mientras crecen y se orientan hacia lo que de verdad les gusta.
- Fomenta el pensamiento crítico. Como mencionamos, no sólo las habilidades físico-matemáticas se ven fortalecidas con la enseñanza de la robótica. El ejercicio de la robótica no sólo requiere soluciones técnicas y materiales, sino que conllevan un debate ético y social, que requiere de una propuesta en la que se generen acuerdos entre distintas partes. Discutir por qué una solución es más factible frente a otra es una manera de fomentar en los niños el interés por generar acuerdos y cuestionar sus propias ideas.
- Promueve el trabajo en equipo y la cooperación. La construcción de un robot que cumpla una tarea específica requiere de una idea inicial, investigación, un primer diseño del mismo, programación y ensamblaje. No todos los niños destacarán por igual en cada una de estas habilidades: algunos tendrán una mejor comprensión de la programación y pueden sobresalir en esto, mientras otros serán mejores para diseñar un modelo funcional. Formar equipos con diferentes habilidades que colaboren para explotar las capacidades de cada uno, los enseña a organizarse, cooperar y aprender de los demás, mientras superan un reto juntos.
- Incentiva su empoderamiento. Cuando los niños realizan un proyecto de robótica, día con día se dan cuenta que pueden lograr un avance a la solución al problema que se les plantea. Esto los motiva para alcanzar su meta, pero además los hace consientes del poder, capacidad y creatividad que tienen, reforzando su autoestima y mejorando su confianza. Además, observar proyectos con ideas distintas a las suyas, y ver plasmado su esfuerzo y conocimientos en un proyecto real, los estimula para seguir adelante y hacer frente a las adversidades.
- Desarrolla su capacidad de concentración. Llevar un proyecto de robótica, desde su planteamiento hasta su aplicación final, es un proceso que lleva tiempo, esfuerzo y requiere de la capacidad de aplicar todos los conocimientos adquiridos por los niños. Por lo tanto, para poder obtener un resultado positivo, los niños deben centrar toda su atención en su proyecto, mejorando su capacidad de retención de ideas, atención a sus clases y aplicación práctica de la teoría.
Instruir a los niños en el campo de la robótica les abre muchas puertas para continuar con su educación científica, además de ayudar a fortalecer sus habilidades sociales y emocionales, para formarlos como personas responsables y creativas. Todo esto mientras se desenvuelven en un ambiente lúdico y educativo, que responde a sus inquietudes naturales y los impulsa a seguir aprendiendo e investigando por su cuenta el mundo que los rodea.
Fuente: WEBADICTOS