Miguel Ángel Padilla Castañeda y Juan Salvador Pérez Lomelí, expertos del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico (CCADET) de la UNAM, han desarrollado un exoesqueleto robótico con el fin de rehabilitar a personas que han perdido la movilidad de sus muñecas a causa de una embolia, accidente deportivo o de trabajo.
En los últimos dos años, los académicos se han dedicado a la planeación, diseño y construcción de un primer prototipo capaz de producir tres movimientos básicos: uno semejante a seguir la forma de un abanico (llamado aducción-abducción), otro de arriba para abajo (pronación-supinación) y un tercero parecido a estirar la mano para mover una espada (flexión-extensión).
“Con ello los pacientes pueden tener rehabilitación ortopédica y ensayar una y otra vez la relación entre la función mecánica de la muñeca y la orden neuromotora que viene del cerebro”, explicó Pérez Lomelí, diseñador industrial y maestro en sistemas de diseño asistido por computadora.
El dispositivo actualmente es de plástico PLA, por razones de pruebas iniciales, pero el primer prototipo ya con la parte mecánica, será de acero fundido y maquinado, el cual estará listo en Julio del este año.
Ya con la parte mecánica, que se construye en el Taller de Prototipos del CCADET, los especialistas dedicarán el siguiente año a completar el dispositivo con cuatro motores de precisión suizos, de ocho a 10 sensores de movimiento, angulación y visuales, un monitor y un software que actualmente desarrolla Padilla Castañeda (ingeniero en computación, maestro en ciencias de la computación y doctor en tecnologías de la innovación y robótica).
Se espera que el prototipo completo, con la parte de software y visualización, esté listo en 2017 para probarse con pacientes del Hospital General de México Dr. Eduardo Liceaga, dentro del cual el CCADET tiene la Unidad de Investigación y Desarrollo Tecnológico.
Mencionaron que lo más importante, son las pruebas con pacientes que tengas dicho problemas de inmovilidad, para demostrar que esto les es útil en su rehabilitación, y recalcaron la importancia de que sea a un costo accesible, ya que si bien esta tecnología ya está disponible en países como Estados Unidos, o el continente Europeo, los costos están fuera del alcance de los mexicanos, por lo que aseguran, será una excelente oportunidad para mexicanos y personas del sur del continente.
Mientras trabajan en este proyecto, ya se piensa en la protección con una patente o modelo industrial, así como en una versión portátil, que algunos pacientes podrían llevar a sus hogares.
“En un segundo prototipo podremos ensayar con un modelo portátil, quizá construido de materiales termoplásticos resistentes, que podría fabricarse mediante manufactura rápida por impresión 3D”, dijo Lomelí.