Cada vez las compañías se acercan al funcionamiento del cerebro humano.
La complejidad de la conformación del cerebro humano ha sido un objeto obsesivo de estudio por parte de la ciencia, a tal punto de que ha intentado replicar su funcionamiento a través de distintas creaciones. A pesar de que en el pasado trató de acercarse a ese objetivo, lo último logrado por IBM podría significar un importante paso, luego de la creación de neuronas artificiales funcionales a través de la tecnología de cambio de fase.
A través de un reporte de parte de la propia compañía, se pudo entender que su funcionamiento se basa en cristales que alteran su estructura molecular, por medio de la recepción de corriente eléctrica en distintas intensidades. Además, cabe mencionar que se trata de una técnica con propiedades de almacenamiento no volátil, lo que se traduce en que no existen pérdidas o cambios al momento de apagar el dispositivo.
Por otro lado, las neuronas, que pueden cambiar su tamaño para así poder agruparse en espacios reducidos y tienen un comportamiento estocástico, se unen entre el axon y las dendritas a través de cristales de antimonio, germanio y telurio, que es parecido a los que se emplean cuando se fabrican discos ópticos reescribibles.
La necesidad de crear este tipo de tecnología radica para IBM para potenciar por ejemplo sistemas como la DeepMind de Google o crear procesadores que tengan un funcionamiento más eficiente y logren, entre otras cosas, reconocimiento visual.