En estos momentos el mundo se encuentra viviendo dos marcadas tendencias en el espacio, por un lado tenemos la competencia por la creación de cohetes reutilizables, que servirán para abaratar costes y dar acceso a nuevos proyectos científicos; mientras que por el otro está la carrera espacial por ver quien es la primera agencia en llegar y conquistar Marte. Pero detrás de todo esto, podemos encontrar diversos proyectos que buscan ser “la próxima gran tendencia espacial”, y hoy conoceremos el caso de los satélites miniatura.
La reducción en el tamaño de los satélites ha sido un planteamiento que aparece de vez en cuando en todo el mundo, ya que como ocurre actualmente con la tecnología, la tendencia hacia la miniaturización es algo presente en varios campos, pero curiosamente no en el espacial donde se siguen enviando satélites de gran tamaño, equipados con una gran cantidad de componentes para que realicen todo tipo de tareas y que además cuenten con sistemas de respaldo, ya que si algo resulta mal, allá arriba no hay quien pueda ayudar a repararlo. Pero esto podría cambiar próximamente.
Desde satélites para uso personal, hasta para complejas investigaciones
Como parte de un proyecto de investigación, estudiantes de la Universidad Estatal de Arizona han desarrollado la que podría ser la próxima generación de satélites en miniatura. Al día de hoy existen varias compañías tratando de fabricar este tipo de dispositivos, pero los primeros prototipos no han dado muy buenos resultados, de ahí la importancia de este nuevo proyecto.
Lleva por nombre ‘SunCube FemtoSat’ y consiste en un pequeño cubo de apenas de tres centímetros, 35 gramos y paneles solares para su alimentación energética, se le podrán añadir componentes para su comunicación, recopilación de datos por medio de sensores u otro tipo de componentes. Su fabricación ha sido a base de piezas recicladas y chatarra, por lo que su coste apenas podría superar los 200 dólares, esto sin contar los componentes adicionales en su interior.
De acuerdo a la NASA, enviar un satélite por medio de su programa de transportación espacial nos representaría un coste de aproximadamente 60.000 dólares por kilo, así que enviar este pequeño satélite apenas superaría los 1000 dólares, una importante disminución en el coste y que podría dar acceso a cientos de nuevos proyectos, tanto personales como científicos.
Además hay que considerar el hecho de que actualmente se está buscando implementar el uso de cohetes reutilizables, por los que los costes podrían disminuir aún más y estar al alcance de casi cualquier persona interesada. Jekan Thanga, profesor y líder del proyecto, mencionó:
“Parte de nuestro objetivo es hacer que el espacio esté al alcance de todos. Estamos interesados en la lucha contra el problema de acceso al espacio, y queremos que los estudiantes puedan enviar experimentos al espacio. Con algo tan pequeño como este satélite, se pueden cometer errores y enviar de nuevo.”
Sin duda puede ser interesante que personas tengan acceso a investigadores espaciales, pero lamentablemente no se menciona nada acerca del problema de basura espacial, algo que empieza a ser un factor importante en nuestra órbita terrestre.